Si te interesa prepárate emocionalmente para un embarazo, te recomendamos dar clic aquí. 

La finalidad de que adoptes hábitos saludables cuando planeas embarazarte, es preparar tu cuerpo para una etapa llena de cambios. Te sugerimos adoptar una rutina como si ya estuvieras embarazada desde el momento en que decidas intentar concebir, debido a que no podrás estar segura del inicio de tu embarazo hasta la semana número tres. Y en caso de que logres embarazarte, tu bebé estará susceptible a ser lastimado durante sus primeras semanas de gestación, por hábitos nocivos como fumar y consumir alcohol.

Te invitamos a leer: Consumo de alcohol en el embarazo

También te sugerimos tener una revisión médica exhaustiva. De esta manera podrás conocer tu estado de salud, además que te servirá para saber si presentas alguna infección o enfermedad que se deba tratar antes del embarazo. Igualmente podrás hablar con tu médico sobre la dieta adecuada para ti y sobre la dosis de suplementos alimenticios que necesitarás en la próxima etapa. Y por último tendrás la oportunidad de conocer la respuesta a todas las dudas que tengas.

Te recomendamos leer el artículo: Estudio médico antes del embarazo 

Ten en cuenta que el embarazo también le concierne a tu pareja, por lo tanto es importante que planeen juntos este importante nuevo paso. ¡Te deseamos la mejor de las suertes en tu próximo etapa como mujer embarazada!

El doctor Miguel Ángel Checa (jefe de reproducción humana en el Hospital del Mar y coordinador de la guía “Estilo de vida y fertilidad”), indica que existen ciertos hábitos que pueden disminuir las posibilidades de ser padres, mientras que otros pueden ayudar a aumentar la fertilidad.

Te recomendamos leer el artículo: Cómo aumentar la fertilidad con lo que comes. 

A continuación te traemos esta lista de hábitos que pueden ayudarte a cumplir tu sueño de ser mamá o papá:

1. Haz todas tus comidas al día, no te saltes ninguna. Un estudio de la Universidad de Tel Aviv, señala que al respetar los tiempos de comida, las mujeres de peso normal que sufren de Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP), pueden controlar mejor sus niveles de glucosa e insulina, lo que ayuda al incremento de su fertilidad.
2. Si eres hombre, evita ver la tele por tiempos prolongados. Aunque no se entiende a la perfección el por qué, según una investigación de la Universidad de Harvard en Estados Unidos, pasar más de 20 horas a la semana frente a la pantalla del televisor está ligado a un bajo recuento de espermatozoides en los varones.
3. Evita el estrés y la ansiedad. Estos son enemigos de la concepción. En el caso de las mujeres, el estrés y la ansiedad pueden contribuir a la desaparición de la menstruación. Mientras que en los hombres, estos alteran y disminuyen la calidad del semen.

También te puede interesar: Los días fértiles de la mujer. 

4. Si eres hombre, evita colocar tu celular en tu bolso. En un informe publicado en Fertility and Sterility, los investigadores encontraron relación entre guardar el teléfono celular en los bolsillos del pantalón y la disminución de espermatozoides y por ende, la fertilidad en el hombre.
5. Haz deporte con moderación. Cuando se practica un ejercicio de manera intensiva, la calidad seminal baja y la menstruación puede desaparecer.
6. Ten más sexo. De acuerdo con la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva, no tener relaciones sexuales durante más de cinco días podría disminuir el recuento de esperma. Sin embargo, los intervalos tan cortos como de dos días no afectan la densidad del esperma.

Ten en cuenta que aunque estos hábitos pueden aumentar tus posibilidades de un embarazo, en tu nivel de fertilidad también influyen más factores como son la genética, las enfermedades, la edad, entre otros. Si tienes cualquier duda, visita a tu médico.

Notas relacionadas:

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En este proceso evolutivo, a las mujeres, se nos ha abierto un mundo entero de posibilidades que antes estuvieron negadas a nuestras madres y abuelas. Hoy podemos viajar, estudiar, hacer deportes, trabajar, escribir, opinar, tener amigos varones y otras cosas que antes simplemente eran inimaginables. A través de esas experiencias vamos definiendo nuestros roles o facetas en la sociedad; estudiamos determinada profesión y nos volvemos “licenciadas”, procuramos a nuestros padres y nos volvemos “hijas”, trabajamos en determinada ocupación y nos volvemos “trabajadoras”, nos casamos y nos convertimos en “esposas”. Entre más tiempo le dediquemos a un rol o a una faceta, más importante se vuelve en nuestras vidas.

Ese mundo tan vasto y extraordinario que se nos presenta, también nos demanda y exige estar a la altura. Nos demanda una congruencia de carácter y un orden en nuestros quehaceres. Todo va de maravilla cuando logramos lo anterior: la pasamos bien y convivimos perfectamente con el mundo. Sin embargo, siempre hay que considerar la posibilidad de añadir un nuevo rol: la llegada de un maravillosísimo bebé, que será TU bebé y te convertirá en “madre”.

Te recomiendo que antes de dar el gran paso de ser mamá leas este artículo.

Este nuevo rol romperá todo el orden que habías tenido con anterioridad. Realmente no sabrás qué tanto desestabiliza tu estructura hasta que lo tengas en tus brazos y sientas la mayor vulnerabilidad que hayas experimentado nunca.

La llegada de un bebé nos puede tomar por sorpresa o nos puede tomar ya decididas, pero siempre viene a desestructurar nuestro orden mental, emocional y físico. ¡Esto es lo más normal del mundo y seguramente te va a pasar! Sin embargo, te recomiendo que busques la manera de mantener tus roles lo más equilibrados posibles para que no se resientan, y tú puedas disfrutar tu maternidad con plenitud y alegría. Trata de verte como: un todo buscando equilibrarse. ¿A qué me refiero? Muchas veces nos enfocamos en un aspecto de nosotras y descuidamos otro, por ejemplo: nos enfocamos en trabajar y descuidamos nuestra salud.

Es importante dedicarle tiempo a aquellas áreas de nuestra vida que nos hacen bien y donde también necesitamos realizarnos. Asimismo, debemos tratar de ser estratégicas para no descuidar aquello que es verdaderamente importante, como nuestros hijos, nuestra pareja o nuestra salud. Hoy te propongo el siguiente ejercicio:

Ejercicio “Buscando el equilibrio entre los roles de las mujeres”:

Lo primero que te pido que hagas es que identifiques 4 roles predominantes en tu vida y los escribas en una hoja, en orden de importancia (entre más tiempo le dediques a esa actividad diariamente, más importante es para ti). También, al lado, anota cuántas horas le dedicas a esa actividad al día. Por ejemplo:

1. Estudiante: 6 horas diarias.
2. Trabajadora: 4 horas diarias.
3. Esposa: 2 horas diarias.
4. Deportista: 1 hora diaria.

Debajo de todo, suma las horas de tus 4 actividades más importantes.

1. Ser Estudiante: 6 horas diarias.
2. Ser Trabajadora: 4 horas diarias.
3. Ser Esposa: 2 horas diarias.
4. Ser Deportista: 1 hora diaria.

SUBTOTAL: 13 horas diarias.

Luego suma 8 horas de sueño Y 3 de comidas.

SUBTOTAL 13 horas de actividades + 8 de sueño + de 3 comidas= TOTAL: 24 HORAS.

Con eso anotado, comienza a diseñar tu nueva vida como mamá. Considera que mínimo durante los primeros tres meses, te convendría que le dedicaras el mayor tiempo posible a tu bebé. Claro, si tienes permiso de maternidad de menos tiempo, tendrás que considerar quién se quedará a cuidar a tu bebé o dónde lo dejarás. Tal vez te interese leer: Tips para elegir quién va a cuidar a tu bebé. Entonces, tus roles se verán algo así:

MES 1

1. Ser mamá 16 horas diarias.
2. Comer 3 horas diarias.
3. Dormir 5 horas diarias.

MES 2

1. Ser mamá 15 horas diarias
2. Comer 3 horas diarias.
3. Dormir 5 horas diarias.
4. Ser esposa ½ hora diaria.
5. Estudiar ½ hora diaria.

Con este ejercicio te propongo que diseñes la vida que quieres tener como madre y no vayas improvisando al último momento. Esto te ayudará a evitar contratiempos y/o altibajos emocionales. Mereces lo mejor para ti y para tu hijo. ¡Comienza desde ahora a procurarlo!

Deje caminar a su hijo por donde la estrella le llama. Miguel de Cervantes Saavedra

Ahora que has decidido embarazarte, es importante que antes de ser mamá, reflexiones en los motivos para decir: “¡quiero un bebé!”. Como te platiqué en mi artículo: “Ya es hora ¡Quiero quedar embarazada!”, es recomendable que hagas un ejercicio para que la decisión sea pensada y reflexionada. Así podrás descubrir los motivos que te llevan a querer tener un hijo, y sabiendo esto podrás reflexionar sobre  tus conclusiones.

Te sorprenderás al saber que muchas personas a las que se les preguntan sus conclusiones, responden: “Para darles todo lo que yo no tuve…” o “Para darles mejores cosas de las que a mí me dieron”.

A primera vista, estas parecen razones suficientes y motivadas por buenas intenciones, pero en la práctica no funcionan, ni son auténticas. ¿Por qué? Porque tener hijos para cubrir nuestras carencias personales o nuestros deseos inconclusos nos hace ser papás ausentes a las necesidades REALES de nuestros hijos. Aunque se parezcan a nosotros, NO son nosotros. Ellos desarrollarán una personalidad, inteligencia y talento propios. Nuestra función es descubrirlos y alentarlos para darles exactamente lo que ellos necesitan en cada momento, no lo que nosotros requeríamos cuando éramos pequeños y teníamos su edad.

Los papás que buscan darles aquello que no les dieron, basan las  elecciones de toda la educación de sus hijos en carencias personales. En vez de percibir a sus hijos como seres independientes de ellos, los ven como pequeñas proyecciones de si mismos, como si hubieran vuelto a nacer y pudieran corregir todos los daños que ellos sufrieron de chiquitos.

¿Qué hacer? No te preocupes, es muy fácil darse cuenta y evitar caer en lo anterior antes de ser mamá, pero requiere cierta determinación y constancia. Necesitarás una libretita donde escribir y pluma. Empieza por anotar diariamente por 28 días, 1 aspecto que SÍ tuviste en tu infancia. Puede ser material, emocional, social, familiar, entre otros. A continuación explícalo, y al final menciona si te gustaría que tus hijos tuvieran eso o no.

 Por ejemplo:

 1) Disciplina en el deporte. Mis papás fueron muy constantes en cuanto a que yo practicara la natación desde que tenía 4 años hasta que fui adolescente. Esto me ha servido como adulto porque tengo muy buena salud y hoy yo misma cuido hacer ejercicio constantemente y me mantengo en mi peso. Sí me gustaría que mis hijos practicaran algún deporte y que fueran disciplinados y constantes.

2) Gusto por la lectura. Recuerdo que mi abuela me leía cuentos y fábulas todas las tardes. Yo llegaba de la escuela y tenía mucha emoción de ir a verla para que me leyera. Gracias a eso, hoy disfruto más de leer que de ver la televisión. Sí me gustaría que mis hijos tuvieran este hábito.

3) Mi momento especial comiendo del plato de mamá. Me encantaba comer del plato de mamá. Papá siempre me regañaba, pero mamá me dejaba comer de su plato y yo era feliz. La comida me sabía más rica. Hoy lo recuerdo y me lleno de emoción y gusto. No me gustaría que mis hijos tuvieran este hábito (a menos de que eso también los haga felices).

La importancia de esta lista es para que te des cuentas de las cosas que SÍ tienes. Estas te las pudieron haber dado tus papás, abuelos, tíos, amigos, conocidos, no importa; lo que importa es que hoy tú ya eres eso.

Date cuenta que eres la generosidad por querer traer una vida nueva al mundo, eres la determinación por saber que lo vas a cuidar incondicionalmente, eres la fortaleza que te llevará a pasar todos los momentos inciertos que se avecinan, eres la sabiduría que te hace querer ser mejor persona para él o para ella… para tu hijo.

 Ahora sí, grita al mudo “¡Quiero un bebé!”

Te compartimos las diferencias en riesgos –encontradas por Emily Oster y publicadas en su libro “Expecting Better”, el cual te recomendamos mucho:

Si eres una mujer con sobrepeso, tú y tu bebé tienen más probabilidades de padecer estas condiciones. Por ello, es mucho mejor que cuides tu peso y estés sana antes de embarazarte. Recuerda que durante el embarazo no se recomienda hacer dietas, ni ejercicios muy extremos para bajar de peso. ¡Así que manos a la obra!

Comienza a comer más sano, para que puedas disfrutar de esta gran etapa sin ningún problema.

Por último, para asegurarte que estás perfectamente sana para embarazarte, te invitamos a que leas: Estudio médico antes del embarazo.

Comienza por anotar en una libretita cuándo tienen planeado comenzar a buscar a su bebé.  Puede ser en un mes, 6 meses, 1 año o el tiempo que tú consideres apropiado. Esa fecha será tu fecha tope y hoy será tu fecha de arranque.

Te pido entonces que hagas una lista de 5 (o más) cosas que no hayas hecho aún y que son importantes para ti, pendientes que has postergado, sueños que no has cumplido, y que en caso de que quedaras embarazada el día de hoy, dirías: “lo debí haber hecho antes de ser mamá”.

En otras palabras, si hoy te enteraras de que estás embarazada, ¿qué cosas serían aquellas que te arrepentirías de no haber realizado antes?

Por ejemplo:

• Titularme
• Bucear
• Casarme por la iglesia
• Hacer ese viaje de ensueño
• Aprender a bailar tango
• Dejar de fumar
• Subirme a la montaña rusa
• Cocinarle a mi marido
• Tomar un curso intensivo de algo

Ya que tengas la lista escrita, considera cuánto tiempo tienes hasta tu fecha tope y basándote en ello: elije 3 de esas 5 cosas. Deben ser actividades que sean factibles de realizar, toma en cuenta el tiempo que tienes disponible, el costo económico, las limitaciones geográficas y cualquier otra restricción que pueda existir.

A un lado de la lista de actividades seleccionadas, pon la fecha en la que la iniciarás y la fecha en la que la finalizarás. Por ejemplo:

¡Pon la lista en un lugar visible para que todos los días te acuerdes de que hay que cumplir tus propósitos!

El objetivo de este ejercicio es que, en lo más que se pueda, te sientas completa con las cosas que has hecho y las que no has hecho. Esto para que estés en paz contigo misma. Es importante que no pierdas de vista lo que quieres, pero tampoco te olvides de lo que tienes y de lo valioso que es todo lo hay en tu vida.

El objetivo de este ejercicio es que, en lo más que se pueda, te sientas completa con las cosas que has hecho y las que no has hecho.

Disfruta este tiempo previo a quedar embarazada, sé feliz y como todos dicen: ¡aprovecha para dormir!

Se ha creado el mito urbano acerca de que utilizar anticonceptivos por muchos años puede afectar nuestras probabilidades de quedar embarazada de por vida. Esto es totalmente falso.

La realidad es que después de dejar de tomar anticonceptivos, tu cuerpo puede tardarse entre 1 y 9 meses para volver a regularizar su ciclo de ovulación. Una vez que esto sucede, tú tienes las mismas probabilidades de quedar embarazada que si no hubieras tomado anticonceptivos previamente. ¡Así que no te preocupes!

A pesar de que en la secundaria nos dicen que quedar embarazada es muy fácil, es importante que sepamos que nuestro cuerpo tiene una ventana de oportunidad muy corta para quedar embarazadas cada mes. Si quieres tener un bebé, es durante ciertos días cuando debes tener relaciones sexuales para incrementar las probabilidades de quedar embarazada. Para saber más sobre tus días más fértiles, da clic aquí.

Si tienes más dudas sobre el uso prolongado de anticonceptivos y el embarazo, no dudes en consultar a tu ginecólogo.

También te compartimos algunos consejos para antes de quedar embarazada. ¡Mucha suerte!

¡Come alimentos con zinc y con vitamina B6!

El zinc se encuentra en alimentos como las ostras, las nueces, los cacahuates, las calabazas y las yemas de huevo. También puedes encontrarlo en la carne de cordero, y en granos como el centeno y el salvado.

Por otra parte, la vitamina B6 la puedes encontrar en: la coliflor, el plátano, el brócoli, la sardina, el salmón, la nuez, la lenteja, el pollo, el atún, el aguacate, el maíz y el arroz.

¿Por qué me ayudan a ser más fértil?

El zinc es un nutrimento inorgánico vital para la buena salud reproductora. La infertilidad, la baja actividad sexual y los problemas relacionados con el periodo menstrual, están vinculados con los niveles de zinc en la sangre. Junto con la vitamina B6 (Piridoxina), el zinc actúa en todas las etapas del ciclo sexual femenino. Consumiendo conjuntamente estos dos nutrientes se garantiza la producción de niveles adecuados de hormonas sexuales.

La deficiencia de zinc y de vitamina B6, provoca un descenso de fertilidad, debido a que la glándula pituitaria no llega a estimular correctamente el desarrollo de los óvulos, por lo tanto tampoco existe una ovulación sana.

Los niveles adecuados de zinc y de vitamina B6 también aumentan el deseo sexual y alivian los problemas premestruales. Las mujeres que padecen el síndrome premestrual suelen tener déficit de zinc. Además, después de la concepción, el zinc y la vitamiba B6 ayudan a reducir algunas enfermedades y la depresión posparto, además de que aumentan las probabilidades de tener un bebé sano.

¿Cómo aseguras una ingesta óptima?

Te recomiendo acudir a tu médico o a tu nutriólogo para que te proporcione una dieta personalizada. Sin embargo, la ingesta diaria recomendada de 20 mg a 60 mg de zinc y vitamina B6 se puede conseguir fácilmente llevando una dieta balanceada, rica en frutas y verduras.

Asegúrate de mantener una dieta balanceada una vez que te embaraces. Si quieres saber más al respecto da clic aquí.

“Antes de concebirte ya te quería. Antes de que nacieras ya te amaba. Antes de que tuvieras una hora de nacido ya moría por ti. Este es el milagro del amor de madre”.

Maureen Hawkins 

De repente la idea surge…

Quizás ves a un niño subir corriendo las escaleras con la ilusión en el rostro porque su madre lo está esperando para darle un abrazo. Entonces, se te ilumina el corazón y sabes que eso quieres tú: poder abrazar a alguien con tanto amor.

Quizás un día miras a los ojos de tu pareja y te enamoras de nuevo de esa mirada y de esa sonrisa tan encantadora. Te das cuenta que quieres que “eso” que lo hace tan especial, se multiplique para que en el mundo exista más de “eso”.

Quizás ves a una madre en un parque amamantando a su bebito y te inspira tanta ternura, te sobrecoge tanto respeto por la naturaleza creadora, que quieres experimentar tal dicha.

Quizás quieras honrar a tus padres por el excelente trabajo que hicieron contigo o quizás ni siquiera tienes idea de por qué; pero quieres un hijo y te dices “¡Quiero quedar embarazada!”.

¡Excelente noticia! Ahí empieza a cobrar fuerza la ilusión y una de las alegrías más grandes que se pueden vivir: ser mamá.

¡Descubre la definición de maternidad!

Para facilitarte ese proceso tan hermoso y para que puedas dedicarte a disfrutar más a tu bebé y a tu pareja, a través de mis artículos te daré algunos tips. Estos estarán acompañados por ejercicios, que te apoyarán y guiarán previo a tu embarazo y cuando ya estés embarazada.

Recuerda que tus hijos serán tu legado en el mundo, por lo mismo, nunca es demasiado pronto –o demasiado tarde- para reflexionar, diseñar y planear cómo serán los siguientes años de tu vida.

Entonces, empecemos por el primer ejercicio. Haz una lista de cinco razones por las que quieres un hijo.

Este cuestionamiento no tiene respuestas correctas, ni incorrectas, pero sí podemos indagar en nuestro interior y responder lo más completo y verdadero posible. Reflexionar sobre esto nos dará mucha mayor claridad en la vivencia de la maternidad. Te sugiero que este ejercicio lo compartas con tu pareja.

Te espero en mi otro artículo para revisar tus respuestas. 

Es muy importante que trates la anemia (o carencia de hierro) antes de embarazarte, ya que esta puede debilitar tu sistema inmune, aumentando la probabilidad de que te enfermes. Para poder determinar la dosis de hierro que necesitas antes del embarazo, debes acudir con tu médico, quien te hará una prescripción de acuerdo a tu situación particular.

Si no tienes una carencia de hierro, tu doctor te dará recomendaciones alimenticias para que te mantengas así; sugiriendo que comas alimentos ricos en este mineral, tales como: carne roja, hígado, pescado, espinaca, huevo, frijol y lenteja. Si, por el contrario, presentas una anemia causada por deficiencia de este mineral, tu médico te recomendará tomar un suplemento de hierro.

¡Cuídate y prepara a tu cuerpo para el embarazo!

Te invitamos a que conozcas cuales son todos los suplementos esenciales en el embarazo dando clic aquí.