Home / Embarazo / Prepárate para embarazarte / Reflexiones antes de ser mamá: ¿Por qué quiero un bebé?

Reflexiones antes de ser mamá: ¿Por qué quiero un bebé?

Autor:
Comparte:
antes de ser mamá, quiero un bebe Fuente: 123rf.com

Deje caminar a su hijo por donde la estrella le llama. Miguel de Cervantes Saavedra

Ahora que has decidido embarazarte, es importante que antes de ser mamá, reflexiones en los motivos para decir: “¡quiero un bebé!”. Como te platiqué en mi artículo: “Ya es hora ¡Quiero quedar embarazada!”, es recomendable que hagas un ejercicio para que la decisión sea pensada y reflexionada. Así podrás descubrir los motivos que te llevan a querer tener un hijo, y sabiendo esto podrás reflexionar sobre  tus conclusiones.

Te sorprenderás al saber que muchas personas a las que se les preguntan sus conclusiones, responden: “Para darles todo lo que yo no tuve…” o “Para darles mejores cosas de las que a mí me dieron”.

A primera vista, estas parecen razones suficientes y motivadas por buenas intenciones, pero en la práctica no funcionan, ni son auténticas. ¿Por qué? Porque tener hijos para cubrir nuestras carencias personales o nuestros deseos inconclusos nos hace ser papás ausentes a las necesidades REALES de nuestros hijos. Aunque se parezcan a nosotros, NO son nosotros. Ellos desarrollarán una personalidad, inteligencia y talento propios. Nuestra función es descubrirlos y alentarlos para darles exactamente lo que ellos necesitan en cada momento, no lo que nosotros requeríamos cuando éramos pequeños y teníamos su edad.

Los papás que buscan darles aquello que no les dieron, basan las  elecciones de toda la educación de sus hijos en carencias personales. En vez de percibir a sus hijos como seres independientes de ellos, los ven como pequeñas proyecciones de si mismos, como si hubieran vuelto a nacer y pudieran corregir todos los daños que ellos sufrieron de chiquitos.

¿Qué hacer? No te preocupes, es muy fácil darse cuenta y evitar caer en lo anterior antes de ser mamá, pero requiere cierta determinación y constancia. Necesitarás una libretita donde escribir y pluma. Empieza por anotar diariamente por 28 días, 1 aspecto que SÍ tuviste en tu infancia. Puede ser material, emocional, social, familiar, entre otros. A continuación explícalo, y al final menciona si te gustaría que tus hijos tuvieran eso o no.

 Por ejemplo:

 1) Disciplina en el deporte. Mis papás fueron muy constantes en cuanto a que yo practicara la natación desde que tenía 4 años hasta que fui adolescente. Esto me ha servido como adulto porque tengo muy buena salud y hoy yo misma cuido hacer ejercicio constantemente y me mantengo en mi peso. Sí me gustaría que mis hijos practicaran algún deporte y que fueran disciplinados y constantes.

2) Gusto por la lectura. Recuerdo que mi abuela me leía cuentos y fábulas todas las tardes. Yo llegaba de la escuela y tenía mucha emoción de ir a verla para que me leyera. Gracias a eso, hoy disfruto más de leer que de ver la televisión. Sí me gustaría que mis hijos tuvieran este hábito.

3) Mi momento especial comiendo del plato de mamá. Me encantaba comer del plato de mamá. Papá siempre me regañaba, pero mamá me dejaba comer de su plato y yo era feliz. La comida me sabía más rica. Hoy lo recuerdo y me lleno de emoción y gusto. No me gustaría que mis hijos tuvieran este hábito (a menos de que eso también los haga felices).

La importancia de esta lista es para que te des cuentas de las cosas que SÍ tienes. Estas te las pudieron haber dado tus papás, abuelos, tíos, amigos, conocidos, no importa; lo que importa es que hoy tú ya eres eso.

Date cuenta que eres la generosidad por querer traer una vida nueva al mundo, eres la determinación por saber que lo vas a cuidar incondicionalmente, eres la fortaleza que te llevará a pasar todos los momentos inciertos que se avecinan, eres la sabiduría que te hace querer ser mejor persona para él o para ella… para tu hijo.

 Ahora sí, grita al mudo “¡Quiero un bebé!”

Comparte:
DEJA TU COMENTARIO

Artículos relacionados