A continuación te compartimos 4 cosas que SÍ puedes hacer mientras amamantas a tu bebé:

1. Sí puedes teñirte el cabello durante la lactancia materna – Muchas mamás piensan que no se pueden pintar el pelo durante la lactancia materna, ya que los químicos que absorbe su piel se transmitirán a su bebé. Aunque la piel de la mamá sí absorbe cierta cantidad de químicos, los tintes modernos tienen muy baja toxicidad. Adicionalmente, lo poco que sí se llega a absorber por la piel de la mamá, no llega a la leche materna. Por último, te recomendamos que si te vas a teñir el pelo, siempre uses guantes para que tus manos queden libres de cualquier químico contenido dentro del tinte.

2. Sí puedes tomar ciertos anticonceptivos mientras amamantas – La mayoría de los métodos anticonceptivos no se consideran dañinos para el bebé. Sin embargo, estudios han demostrado que los anticonceptivos que contienen estrógeno disminuyen la producción de leche. Por lo tanto, se recomienda que utilices anticonceptivos sin hormonas (como un DIU) o que tomes píldoras que únicamente contengan progesterona. Si te decides por las píldoras de progesterona, te recomendamos que te esperes hasta la semana 8 del posparto para asegurarte que tu producción de leche esté bien establecida. Para estar segura de la mejor medida, te recomendamos que acudas con tu ginecólogo para que te recete la mejor opción para ti.

3. Sí puedes comer miel mientras amamantas – Aunque los bebés no deben comer miel antes de los 12 meses. Tú, mamá, sí puedes, ya que tu cuerpo la absorberá y transformará antes de transmitírsela a tu bebé.

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4. Sí puedes tener relaciones sexuales con tu pareja durante la lactancia materna– A muchas parejas les preocupa mucho tener relaciones sexuales mientras la mujer está lactando ya que piensan que va a ser peligroso o incómodo. Sin embargo, una vez que tu ginecólogo te dé de alta (alrededor de la semana 6 del posparto) podrás volver a tener relaciones sexuales con tu pareja.

A pesar de que debes tener ciertos cuidados durante la lactancia materna, también hay muchas cosas que sí puedes hacer porque no perjudican tu salud, ni la de tu bebé

Cabe destacar que aunque puedas tener relaciones sexuales, es importante que tanto tú como tu pareja se sientan cómodos al hacerlo. Durante estos primeros meses es muy probable que tú, mamá, te sientas cansada, que tus senos te duelan e, incluso, que al tener relaciones sexuales tus senos goteen (o derramen) leche. Para que sea una experiencia placentera para ambos, es importante que mantengan una comunicación constante y abierta: hablen sobre lo que están sintiendo; experimenten con distintas posiciones y busquen las que mejor les acomodan; compartan lo que les gusta y lo que no; hablen sobre el goteo de leche para que no sea sorpresivo; vayan a las citas de doctor juntos para que ambos tengan toda la información.

Cualquier duda que tengas sobre este tema, te recomendamos que lo platiques con tu médico para que puedas llevar tranquilamente una lactancia materna exitosa.

A continuación te damos algunos consejos para manejar la candidiasis durante la lactancia materna y seguir amamantando:

–       Amamanta con mayor frecuencia y por periodos más cortos para que duela menos.

–       Intenta amamantar usando el pecho menos adolorido.

–       Si ambos pechos duelen demasiado, intenta extraerte leche y dásela a tu bebé con un biberón. Continúa haciendo esto hasta que logres curarte.

Para saber cómo extraerte leche, te recomendamos leer este artículo.

–       Toma ibuprofeno para controlar el dolor.

–       Después de cada sesión de lactancia, lava tus pechos con una solución de agua tibia y sal o vinagre (usa media cucharadita de sal o vinagre por cada taza de agua.) Después, airea tus pechos dejando que se sequen por completo y aplica una crema para combatir la candidiasis. Las cremas que curan la candidiasis usualmente contienen miconazol o clotrimazole. Idealmente deberías ir con tu médico para que te recete la crema más efectiva para tu condición. Estas cremas se suelen absorber rápidamente, por lo que no hace falta que te limpies antes de amamantar.

–       Lleva a tu bebé al médico para que también le recete una medicina. Lo más probable es que le den un medicamento que contenga nistatina o fluconazole. Incluso, puede ser que a ti también te receten este medicamento en una dosis diferente.

–       Asegúrate de seguir el tratamiento durante todo el periodo que te recomiende tu doctor, aunque tus síntomas desaparezcan antes. Si paras de tomar el medicamento o de ponerte las cremas recetadas antes de tiempo, es muy probable que regresen los síntomas. El tratamiento usualmente dura de una a dos semanas.

–       Cuando estén curados, no le des a tu bebé leche que fue extraída durante la infección ya que lo puedes volver a contagiar.

–       Lava y hierve cualquier cosa que haya tocado tu pecho o la boca de tu bebé (biberones, chupones, ropa, juegos). La candidiasis es sumamente contagiosa y puede regresar fácilmente.

Nosotros creemos que la mejor manera de luchar contra una infección es previniéndola. Así que enfoca tus esfuerzos en mantener la candidiasis alejada de ti y de tu bebé. Cualquier duda adicional que tengas sobre cómo curar la candidiasis durante la lactancia, debes consultarla directamente con tu médico.

Nosotros creemos que la mejor manera de luchar contra una infección es previniéndola. Así que enfoca tus esfuerzos en mantener la candidiasis alejada de ti y de tu bebé.

• Mantén tus pechos secos y ventilados.
• Intenta usar corpiños sin alambre y opta por los que son de algodón, ya que ayudarán a que tus pechos se mantengan mejor ventilados.
• Intenta pasar tiempo sin corpiño para airear tus pechos.
• Evita usar almohadillas para la lactancia, ya que estas causan que tus pechos se mantengan húmedos.
• Si vas a utilizar almohadillas, intenta cambiarlas frecuentemente.
• Intenta comer yogurt natural, sin endulzantes, ni edulcorantes.
• Intenta tomar suplementos con lactobacilos, los cuales ayudan a combatir el hongo que causa la candidiasis.
• Disminuye el consumo de alimentos con un alto contenido de azúcar o con levadura, por ejemplo: los panes, los dulces y los refrescos.
• Lávate las manos frecuentemente con un jabón neutro.

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Si no lograste prevenir la candidiasis, te recomendamos que sigas haciendo todas las recomendaciones anteriormente mencionadas y que visites a tu médico.

• Asegúrate de que tu bebé esté bien sujetado y posicionado al amamantar. Esto permitirá que tu bebé coma adecuadamente, lo que vaciará y suavizará tus pechos.
• Asegúrate de amamantar cada vez que tu bebé te lo pida y no de acuerdo a una rutina. En este artículo te explicamos cómo saber si tu bebé tiene hambre, da clic. Esto permitirá que tus pechos se vacíen frecuentemente, lo cual ayuda a prevenir la inflamación.
• De igual modo, intenta amamantar frecuentemente y no te saltes ninguna sesión de lactancia (incluso en la noche).
• Asegúrate de que tu bebé vacíe el primer pecho antes de cambiarlo de lado.  Tu bebé se desprenderá solito cuando quede saciado o se quedará dormido.
• Si tu bebé no está vaciando tus pechos o no está comiendo adecuadamente, intenta extraerte leche entre sesiones.

Cualquier duda respecto a cómo prevenir la inflamación y el dolor en los senos, te recomendamos visitar a un médico especializado en lactancia materna.

• Si tuviste algún tipo de cirugía o herida en los pechos, que haya causado que las glándulas productoras de leche o los ductos que la cargan se hayan lastimado o cortado.

• Estás tan enferma que no tienes la fuerza o la energía necesaria para darle de comer a tu hijo.

• Estás tomando medicamentos que se pueden transmitir a tu bebé a través de la leche y hacerle daño. Para saber esto con precisión, te sugerimos siempre consultar a tu médico antes de consumir algún medicamento durante la lactancia materna. Puedes continuar amamantando una vez que termine tu tratamiento, mientras tanto alimenta a tu bebé con leche materna extraída antes de empezar a tomar el medicamento o con fórmula. Si planeas seguir amamantando después del tratamiento, deberás seguirte extrayendo leche de modo regular para no perder la producción. Asegúrate de tirar a la basura la leche contaminada. Una vez que termine tu tratamiento y que el medicamento ya no esté dentro de tu sistema, puedes volver a amamantar a tu bebé. Te recomendamos leer el artículo: ¿Cómo extraer la leche materna con extractor? 

• Tienes adicción a las drogas o al alcohol.

• Tienes muy poco tejido en las glándulas mamarias y no logras producir suficiente leche. Es importante destacar que únicamente 1% de las mujeres sufren de esta condición. Si tienes una producción muy baja de leche, te recomendamos que leas este artículo. Además, te sugerimos que consultes a un especialista en lactancia para que te acompañe y asesore en todo el proceso.

Debes saber que la mayoría de las mujeres podemos amamantar, simplemente requerimos de información y ayuda para lograrlo. Si no te sale suficiente leche, no te des por vencida, en vez busca ayuda con un consultor o un grupo de lactancia. La mayoría de la mamás que logran sus metas de lactancia, lo hacen con información, guía y apoyo.

• El mal agarre de tu bebé al amamantar.
• El mal posicionamiento de tu bebé al amamantar.
• El descuido y la mala ventilación de los senos.
• El uso incorrecto del extractor de leche.
• La aparición de la candidiasis.
• Desprender a tu bebé sin romper la succión.

Para evitar estos problemas, te sugerimos que al amamantar a tu bebé te asegures de que esté bien posicionado y sujetado, de manera que succione correctamente. También te recomendamos que mantengas tus pechos secos y ventilados para prevenir la proliferación de hongos y bacterias en el área, y así no des lugar al desarrollo de infecciones. Al lavar tus pechos, no utilices sustancias como jabones, perfumes o cremas que puedan llegar a resecar tus pechos. Por último, asegúrate de siempre romper la succión con tu dedo antes de desprender a tu bebé de tu pecho.

Para más detalles sobre el cuidado adecuado de tus pechos, te sugerimos que leas los siguientes artículos:

• Estos artículos te enseñarán a lograr el agarre correcto y este te hablará sobre las posiciones ideales de la lactancia materna.
• Este artículo te dará una guía de como cuidar tus pechos para prevenir y curar lastimaduras.
• Este artículo te enseñará como utilizar un extractor de leche.

Cualquier duda que tengas respecto a la apariencia de tus senos al llevar a cabo la lactancia materna, te recomendamos acudir a un grupo de lactancia o a tu médico o asesor de lactancia.

 Antes de empezar a amamantar:

• Dale un leve masaje a tu pecho. Empieza cerca de tu torso y gradualmente mueve tus manos hacia tu pezón.
• Ponte hielo o alguna compresa fría en tus pechos durante 20 minutos.
• Si a tu bebé se le está dificultando agarrarse, intenta extraerte un poco de leche de modo manual o con la ayuda de un extractor antes de empezar a amamantar a tu bebé. Esto suavizará un poco tu pecho y a tu bebé se le hará más fácil agarrarse.

Durante la lactancia:

• Continúa dándole masajes a tu pecho mientras tu bebé come.
• Aprieta tu pecho aumentando la presión interna, asegurándote que no te duela y que no estés cambiando la forma de tu areola. Es importante que no sueltes la presión.
• Tu pecho se debe suavizar después de amamantar algunos minutos. Cuando esto suceda, intenta desprender a tu bebé y vuélvelo a acomodar para obtener un mejor agarre. 

Entre sesiones de lactancia:

• Si tu pecho se siente demasiado lleno, intenta extraerte leche de modo manual o con un extractor. Esto debería suavizar tus pechos.
• No es bueno dejar que tus pechos se llenen demasiado, pero tampoco es bueno extraer demasiada leche ya que esto puede llevar a una sobreproducción de leche.
• Ponte hielo o alguna compresa fría en tus pechos.
• Evita corpiños mal ajustados o apretados.
• Intenta tomar ibuprofeno una o dos veces por día para disminuir el dolor.
• Evita sobreestimular tus pechos.
• Evita aplicar calor a tus pechos ya que el calor causará que se inflamen más.
• Toma muchos líquidos y mantente hidratada.

Consulta a tu médico o consultor de lactancia en caso de que: no notes mejoras después de dos o tres días, tu bebé no se esté sujetando correctamente o no esté yendo al baño regularmente, tengas fiebre, sientas debilidad o malestares similares a los que sentirías con una gripa, o  tienes algún otro síntoma de mastitis.

A continuación, te presentamos una lista con los síntomas causados por la inflamación y el dolor en los senos, después del día 3 o 4 posteriores al nacimiento de tu bebé:

• Tus pechos se sentirán duros.
• La piel de tus pechos se sentirá muy estirada y puede tener una apariencia brillosa.
• Tus pechos estarán muy sensibles y puedes llegar a sentir que queman.
• El dolor puede extenderse hasta tus axilas.
• Tu areola también se sentirá dura (una areola en un estado normal debe sentirse suave y flexible).
• Tu pezón puede llegar a estirarse, lo cual puede dificultar un buen agarre a la hora de amamantar.
• Puedes tener fiebre.
• La inflamación puede ocurrir en un solo pecho o en ambos.

Si tienes algunos de estos síntomas, te recomendamos que leas este artículo sobre como tratar la inflamación y el dolor de los senos durante la lactancia materna. Una vez que empieces con estas recomendaciones, tus síntomas deberán desaparecer entre 12 y 48 horas después. Si los síntomas no desaparecen, te recomendamos consultar a un especialista en lactancia o a tu médico.

A continuación te damos algunas sugerencias de cómo prevenir la mastitis durante la lactancia materna:

• Amamantar a tu bebe cada vez que te lo pida. Entre más frecuentemente amamantes, mejor.
• Asegúrate de que tu bebé esté sujetado correctamente para que tu bebé pueda vaciar tu pecho sin lastimarte.
• No permitas que tu bebé utilice tu pecho como chupón/chupete. A muchos bebés les gusta quedarse en el pecho de su mamá aunque ya no tengan hambre.
• Deja que tu bebé vacíe un pecho por completo antes de cambiarlo de lado. Si tu bebé únicamente amamanta por pocos minutos en el segundo pecho, intenta empezar con este pecho en la siguiente comida.
• Alterna tus pechos.
• Asegúrate de mantenerte hidratada. Toma mucha agua mientras amamantas y entre sesiones de lactancia.
• Asegúrate de comer una dieta balanceada.
• Asegúrate de descansar cada vez que sientas fatiga.
• Usa compresas calientes en tus pechos para aflojar el flujo de leche.
• Si sufres de candidiasis o si tienes un ducto obstruido, asegúrate de curarlos rápidamente ya que ambas condiciones pueden causar una mastitis.

Por último, te recomendamos que si tienes dolor acudas a un médico o a un especialista en lactancia materna, para que te ayude.

• Dolor de cabeza y/o fiebre.
• Debilidad generalizada (similar a la que sientes cuando tienes gripa).
• Aparición de una bolita en el pecho (esta puede o no doler).
• Inflamación de un pecho.
• Grietas o cortadas que parecen estar infectadas.
• Presencia de sangre o pus en tu leche.
• Cambio de sabor de tu leche (se vuelve más salda).

Si tienes estos síntomas, es importante que llames a tu médico inmediatamente. Él te recetará un antibacterial, el cual ayudará a que te sientas mejor en 36 o 48 horas y curará la infección. Aunque te sientas mejor, es muy importante que termines el tratamiento recetado para asegurarte de curar por completo la mastitis.

Te sugerimos no abandonar la lactancia materna si tienes este problema, ya que estudios han demostrado que la infección se cura más rápido en mujeres que siguen amamantando. Esto sucede porque la leche sigue fluyendo, ayudando a descongestionar el área infectada.

Aunque la infección no le hará daño a tu bebé, puede que se rehúse a comer por el cambio de sabor en tu leche. Si este es tu caso, intenta amamantar únicamente con el pecho que está sano. Sin embargo, no dejes de extraer la leche del pecho infectado para que se siga promoviendo su producción y flujo. Si tu bebé no se ve afectado por el cambio de sabor, sigue amamantando con ambos pechos.

Por último, asegúrate de tomar muchos líquidos e intenta usar compresas de agua caliente antes de amamantar para aflojar el flujo de leche. Si quieres saber más, te compartimos un artículo sobre cómo prevenir la mastitis. Cualquier duda que tengas sobre cómo prevenir las complicaciones de la lactancia materna, te recomendamos acudir a un médico especializado o a un especialista en lactancia.