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Cuidados del cordón umbilical

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cuidados del cordon umbilical Fuente: Flickr.com/Jencu

El cordón umbilical de tu bebé es el canal por el que recibía la mayoría de los nutrientes que necesitaba a lo largo del embarazo. Justo después de su nacimiento, el médico cortará su cordón umbilical, sin embargo, le quedará un pedazo al que se le llama muñón. Este deberá secarse, sanar y caer por si solo a los pocos días.

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Si tu bebé nace en un hospital, es normal que los médicos le pongan una pinza plástica al muñón y le pongan una solución antiséptica para evitar infecciones. Después de 24 horas, esta pinza plástica se retira y se le hace una curación a base de alcohol y gasas.

Una vez fuera del hospital y, durante los primeros días, se debe tener cuidado especial con el muñón. Sigue las instrucciones de tu médico para que no haya complicaciones y para asegurarte que el ombligo nunca llegue a infectarse. Normalmente, lo que se recomienda es que hasta que el cordón umbilical se desprenda por si solo, se mantenga el área limpia y seca. Por este motivo se aconseja que esperes un tiempo para bañar por primera vez a tu bebé.

Además de mantener seca y limpia el área del muñón, es posible que tu médico te dé instrucciones para realizarle una curación diaria con un antiséptico, el cual ayuda a que la cicatrización sea más rápida y a que el muñón se caiga con mayor rapidez. Es muy importante que por ningún motivo intentes arrancarle el muñón a tu bebé, ni se lo jales, ya que esto solo puede traerle complicaciones.

Dentro de los cuidados del cordón umbilical, te aconsejamos que vigiles cualquier síntoma de infección en el cordón umbilical de tu bebé. En caso de que presente alguna secreción amarillenta, tenga la piel sensible o enrojecida, o genere un olor desagradable, acude inmediatamente a tu médico. De igual forma, visita a tu médico si presenta un sangrado activo, es decir que cada vez que limpias la sangre de su ombliguito, vuelva a salir otra gota. Asimismo, si el muñón no se ha desprendido después de cuatro semanas, puede ser síntoma de un problema con el sistema inmunológico de tu bebé y debes buscar asesoría médica para asegurarte que tu bebé está sano.

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