Si tu bebé ya tiene el área del ombligo completamente seca y se le ha caído el cordón umbilical, puedes darle con toda confianza el primer baño de su vida ( Ve el artículo: ¿Cuándo bañar a un recién nacido?). En caso de que tengas algo de incertidumbre sobre lo que tienes que hacer, aquí te damos una guía simple de los pasos a seguir para que aprendas cómo bañar a un recién nacido:
- Junta todo lo que necesitarás. Te recomendamos usar productos de limpieza sin perfume, neutros y especiales para bebés. Esto para no irritar o secar su tierna piel. No olvides tener a la mano lo que usarás durante el baño, como el jabón y la esponja, además de lo que necesitarás después de este, como la toalla, la cremita, el cambio de ropa y el pañal. Te invitamos a ver la lista de artículos que tienes que comprar antes de darle su primer baño a tu bebé.
- Prepara la tina o bañera. Llena la bañera con agua calientita que no sobrepase los 20 centímetros de alto. Comprueba con la ayuda de un termómetro que la temperatura del agua esté a unos 35 grados centígrados. Igualmente puedes hacerlo con tu codo, sumergiéndolo en la tina y revisando que no sientas el agua muy fría, ni demasiado caliente.
- Desnuda a tu bebé. Espérate a quitarle la ropa a tu bebé recién nacido hasta que tengas todo lo anterior listo, de esta manera no perderá calor corporal.
- Mete a tu bebé recién nacido a la tina. Sostén su cabecita y espalda con un brazo, de manera que estas parte de su cuerpo salgan del agua y solo el resto de su cuerpo esté sumergido.
- Enjabona y enjuaga el cuerpo de tu bebé recién nacido. Con el brazo libre enjabona a tu bebé, empieza de su cuello hacia sus pies. Presta atención en el área del pañal y en los dobleces de su cuerpo, como las rodillas, los codos y las axilas. Después enjuágalo poco a poco en el mismo orden.
- Deja la limpieza de la cabeza hasta el último. Dale un masaje suave con el champú y después enjuágalo. Usa una esponjita para limpiar con suavidad y cuidado su carita.
- Seca y viste a tu bebé recién nacido. Una vez que esté completamente limpio, saca a tu bebé de la bañera y cúbrelo con una toallita suave. Sécalo completamente y empieza a vestirlo antes de que empiece a perder calor.
Podrás notar que bañar a tu bebé recién nacido es una tarea muy simple que no debes temer. Te invitamos a que involucres a tu pareja en los baños, de manera que uno pueda sostener al bebé mientras que el otro se encarga de la limpieza. Esta experiencia les permitirá reafirmar sus lazos afectivos. Tal vez te interese leer: “Involucrando a papá”. De igual manera, te recomendamos que te mantengas tranquila para que le transmitas sentimientos de paz a tu bebé. Sonríele, cántale o háblale para que se dé cuenta que el baño es una ocasión especial durante la que le prestas atención y le das amor.
Así que, ¡al agua patos!
