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Si después de leer esta información, aún crees que tu producción de leche materna es baja (sobre todo si ya se evaluó tu técnica de alimentación y es la correcta), estos son algunos factores que te lo pueden confirmar:

1. Tu bebé está incrementando poco de peso.
2. Las tomas son demasiado largas e inefectivas, es decir, tu bebé frecuentemente se queda dormido al pecho, pero no está satisfecho. Da clic aquí para saber si tu bebé se quedó con hambre.
3. Al comer, tu bebé se jalonea o empuja hacia atrás.
4. Siempre hay que “completarle” con fórmula.

Lee este artículo para saber cómo aumentar tu producción de leche materna.

En caso de que te encuentres en esta situación, ¡no te agobies! Existen varias cosas que puedes hacer para aumentar tu producción de leche materna. Recuerda que existen muchos especialistas en lactancia materna que te pueden asesorar para resolver tu problema. ¡Ánimo!

Aquí puedes conocer más acerca de los especialistas en lactancia materna.

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Lo anterior es una regla general. Sin embargo, es importante evaluar cada caso en particular, pues pueden existir situaciones hormonales en las cuales un exceso de prolactina pueda estar provocando un exceso en la producción de leche materna.

Si tienes este problema, te recomiendo acudir con tu consultor de lactancia o con tu médico.

Por último, te sugerimos visitar nuestro artículo: ¿Cómo mantener la producción de leche materna? 

1. Incrementa la frecuencia de las tomas de tu bebé.
2. Mejora tu técnica al pecho. Si tienes la técnica correcta, podrás tener un vaciamiento de pecho correcto y un pecho vacío es mejor productor de leche.
3. Extráete leche mientras te encuentres separada de tu bebé.
4. Consulta a tu médico o asesor de lactancia para que te recete algún medicamento. Existen medicinas que pueden utilizarse en conjunto con las técnicas anteriores, pero es importante que se tomen bajo una estricta prescripción médica.
5. No hagas remedios caseros. No existe sustento científico para ningún remedio casero que incremente la producción de leche materna, así que evita seguir cualquier consejo referente a esto.

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• Tu bebé debe orinar lo suficiente. Esto debe ser después de su cuarto día de vida (porque durante los primeros días suele ser menos frecuente).
• Tu bebé, a los 7 días de vida, no debe haber disminuido más del 10% de su peso corporal.
• Tu bebé debe presentar una primera evacuación llamada meconio. Después, presentará una secreción verdosa, llamada de transición, que se convierte en amarilla alrededor del tercer o quinto día de vida.
• Tu bebé debe tomar leche materna entre 8 y 12 veces en 24 horas, y mostrarse tranquilo entre las tomas. Recuerda darle de comer a libre demanda.
• Tu bebé, durante la lactancia, debe hacer tragos grandes. Con esto te aseguras de que tiene tomas eficientes al pecho.

Si puedes observar todo esto, no te preocupes, seguramente estás produciendo suficiente leche y tu bebé se está alimentando correctamente.

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1. ¿Es necesario hacer una transición de pecho a biberón cuando se inicia la alimentación complementaria?

No es necesario que se haga esta transición, pues si llevaste lactancia materna exclusiva, cuando tu bebé tenga seis meses de vida, al mismo tiempo que lleves a cabo la introducción de otros alimentos, puedes introducir el vaso entrenador.

En caso de que quieras utilizarlo cuando salgas a trabajar o no puedas estar con tu bebé, lo ideal es que el biberón sea de base amplia y con un flujo lento de leche, que permita que el bebé no se confunda y pueda regresar al pecho siempre que lo quiera.

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2. Ya que el bebé empieza a comer alimentos sólidos, ¿cada cuándo se le debe dar leche?

La lactancia debe de continuar a libre demanda. Al igual que durante los meses anteriores son los bebés quienes regulan su propia ingesta. En esta etapa, la leche materna sigue siendo el alimento ideal y el más importante, ya que aporta más del 70% de las calorías necesarias durante el día.

Sin embargo, es muy probable que los bebés, con el tiempo vayan comiendo más sólidos y ellos mismos disminuyan la cantidad de leche que consumen, sobre todo a partir del año de edad.

Conoce  las señales de que tu bebé está preparado para la ablactación. Da clic aquí.

3. ¿Cuándo tiempo se tiene que esperar para destetar al bebé una vez que se empieza con la alimentación complementaria?

Las recomendación de la Organización Mundial de la Salud es que hagas el destete hasta los 24 meses de edad de tu bebé. Mientras que la Academia Americana de Pediatría habla de que no se haga antes del primer año. Cualquier cosa que elijas es importante que sepas que la introducción de alimentos sólidos a partir de los 6 meses de edad, no significa que es necesario destetar a tu bebé.

Por último, te recomendamos que leas: El destete: ¿cuándo y cómo dejar de amamantar?

Ojalá te hayan servido las respuestas y recomendaciones. Si te quedas con cualquier duda, te recomiendo acudir a tu pediatra o a un experto en lactancia materna.

Al contrario de las creencias populares, toda la evidencia ha demostrado que la libre demanda es esencial para lograr la lactancia materna exclusiva (la cual trae múltiples beneficios tanto para la madre como para su hijo, da clic aquí para descubrir algunos ), ya que es el bebé quien mantiene la producción de la leche.

Cuando a un bebé se le restringe el alimento y no se le da de comer en el momento que lo solicita, la producción de leche disminuye, y por esta misma razón, el bebé empieza a quedarse con hambre, y al final se tiene que recurrir a la introducción de fórmulas y rellenos para saciarlo. Sin olvidar, que no atender al bebé cuando lo solicita tiene un impacto negativo a nivel emocional. Todo esto lleva al destete temprano.

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Para que se logre la lactancia materna exclusiva se le debe dar de comer al bebé cada que lo pida, lo que habitualmente es entre 8 y 12 veces al día. La verdad es que cada niño es distinto y por lo mismo no tienen hambre en horarios similares. Cada bebé tiene un patrón diferente de pedir comida, hay quienes comen cada 2 horas, otros cada 4 horas o incluso sin intervalos de tiempo definidos ¿Por qué tenemos nosotros que obligarles a ir en contra de lo que su organismo necesita?

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La razón por la que se te recomienda iniciar con la ablactación a los 6 meses de vida, es porque hasta este momento tu bebé estaba perfectamente nutrido con tu leche. Sin embargo, después de esta edad, tu pequeño necesitará adquirir más nutrientes que solo podrá recibir de otros alimentos. Otra razón es porque antes de esta edad, el aparato digestivo de tu bebé no está totalmente desarrollado o preparado para procesar otro tipo de alimentos que no sea la leche materna o la leche de fórmula.

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Existen ciertos hitos del desarrollo que nos permiten saber que el bebé está preparado para iniciar con el proceso de ablactación, algunos de estos se enlistan a continuación.

El bebé:

• Sostiene la cabeza.
• Se mantiene sentado solo.
• No tiene el reflejo de protrusión (es decir que ya no saca tanto la lengua y babea menos).
• Toma objetos con las manos y los cambia de una mano a otra.
• Se muestra interesado por comer o parece que se le antoja lo que comes.

Generalmente, estas metas de desarrollo no se observan antes de los 6 meses de edad. Es importante que si tu bebé tiene 6 meses y no ha alcanzado estas metas, no empieces con la ablactación. Además, aunque tu bebé parezca estar más desarrollado para su edad, nunca se recomienda iniciar la ablactación antes de los 4 meses de vida.

Da clic aquí para saber cómo lograr que tu bebé aprenda a comer sin dificultades.

Por último, te recomiendo que si tienes alguna duda sobre este tema, consultes a tu médico o a tu especialista en lactancia materna.

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Al amamantar a tu bebé, tú sabes que debes darle de comer siempre que te lo pida y donde sea que te lo pida. Esto incluye los lugares públicos. Debes saber que el negarle de comer a tu bebé o posponerlo hasta llegar a un lugar “apto para amamantar”, puede ocasionarle problemas de salud. Además, el hecho de preferir darle fórmula en los lugares públicos, afecta el proceso de la lactancia, ya que puede disminuir tu producción de leche.

Si quieres saber cómo mantener la producción de leche materna, da clic aquí.

En mi opinión, la decisión de amamantar en público la debe tomar la mujer y no la pareja o sus familiares. Sin embargo, como mujeres que amamantamos, debemos empoderarnos para lograr que cambien estas percepciones sociales equivocadas.

En caso de que no te sientas lista para amamantar en público, te recomiendo que cuando estés fuera, busques lugares que te resulten tranquilos. También puedes utilizar “baberos de lactancia” para cubrirte, si así lo deseas. Sin embargo, recuerda que no es recomendado recurrir a la fórmula ya que puede llevar al destete temprano.

Por último, te recomendamos leer este artículo, para que conozcas cada cuándo debes alimentar a tu bebé. 

Al respecto de este tema, la Organización Mundial de la Salud hace algunas recomendaciones que buscan favorecer la lactancia para así ir teniendo cada vez una mayor tasa de éxito. Estas recomendaciones son: el apego de mamá y bebé en la primera hora de vida, el alojamiento conjunto, la lactancia a libre demanda, entre otras. Sin embargo, el hecho de que no hayas seguido estas recomendaciones el día del nacimiento de tu bebé, no significa que no puedas lograr una lactancia materna exitosa.

Cuando a tu bebé se lo llevan al cunero y le dan fórmula, tiene la desventaja de que, debido a que su primer contacto fue con el biberón, puede llegar a mostrar confusión en el agarre al pecho. Esto a su vez, puede afectar la producción de leche, dificultando la extracción eficiente del calostro y la leche. Además, el bebé puede acostumbrarse a no pedir y “buscar” de comer como lo haría si hubiera sido amamantado.

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Como sabes, la producción de leche depende de la demanda y de la succión que hace el bebé. Si esta no se logra, se corre el riesgo de disminuir la producción de leche. Por suerte, la mayor parte de las mujeres al inicio producen más leche de la que su bebé necesita, y puede no ser tan problemático. No obstante, en caso de que exista una confusión de agarre y no se resuelva la colocación al pecho lo más temprano posible, se irá perdiendo la posibilidad de amamantar de manera exitosa.

Si te encuentras en la situación de que tu bebé fue llevado al cunero y le dieron fórmula, te recomendamos que consultes a un especialista en lactancia materna si presenta alguno de los problemas mencionados. Por último, tal vez te interese ver: Consejos para tener una buena lactancia materna durante los primeros días. 

Recuerda que la habilidad para alimentarse del pecho es algo innato e instintivo para tu bebé, por lo que desde que nace es completamente capaz de tomarse del pecho. Ve el artículo: Cuándo y cómo amamantar a un bebé por primera vez.

El problema surge cuando el bebé no es colocado de manera temprana al pecho, cuando se ofrecen biberones en las primeras horas de vida, o cuando la mujer no ha recibido apoyo para proporcionarle al bebé una adecuada colocación al pecho.

A diferencia del bebé que amamanta instintivamente, la habilidad de la madre para colocarse al bebé es algo que se aprende.

Desafortunadamente, esto se dificulta cada día más en nuestra cultura y sociedad, pues cada vez es menos común que las mujeres amamanten; o si lo hacen, lo hacen escondiéndose, cubriéndose o avergonzándose. De esta manera, nuestras niñas no ven a otras mujeres amamantar, y las mujeres embarazadas no ven a sus hermanas o cuñadas para aprender de ellas. Toda esta cuestión cultural no favorece que la madre aprenda a colocar adecuadamente al bebé para que pueda tomarse del pecho.

El hecho de que tu bebé no quiera pecho, también puede deberse a la baja producción de leche secundaria. Si este es tu caso, el bebé puede desesperarse al no obtener la cantidad de leche que necesita, y por eso prefiere el biberón para satisfacerse. Tal vez te interese leer este artículo: Cuánto debe comer un recién nacido.

Estos son solo algunos ejemplos por los cuales es posible que tu bebé no quiera tomar pecho. Sea cual sea la razón, te recomiendo que te acerques a un especialista en lactancia materna para que te asesore y resuelva todas tus dudas. Este te ayudará a restablecer la lactancia materna. Asimismo, puedes llevar a tu bebé con su pediatra para que compruebe que este problema no está ligado a cierta cuestión médica. ¡Mucha suerte!