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Frenillo lingual corto en un bebé

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KatherineNaomi/Flickr KatherineNaomi/Flickr

La anquiloglosia también conocida como lengua anclada o frenillo lingual corto, es una condición en la que el tejido que conecta la lengua a la parte inferior de la boca es demasiado rígido (ver imagen superior). Esto dificulta el movimiento normal de la lengua.

Esta condición es relativamente común y puede causar que la experiencia de amamantar se vea afectada negativamente ya que dificulta que tu bebé se pueda sujetar correctamente de tu pecho. Lograr que tu bebé se agarre correcta y cómodamente es el elemento que más influye en una lactancia materna efectiva. Un buen agarre garantiza que el bebé obtenga suficiente comida y que la lactancia sea eficiente y sin dolor o complicaciones.

A diferencia de la foto que enseñamos previamente, continuación te mostramos como debería verse una lengua normal:

Lengua normal

Osama Moshet, MD, FAAP/Science and Sensibility

Si tu bebé tiene el frenillo lingual corto, es muy probable que:

  • Tu bebé no logre sujetarse correctamente.
  • No se logre una buena transmisión de leche, provocando que tu bebé baje de peso.
  • Tú y tu bebé sientan malestar al amamantar.

Afortunadamente existe la frenectomía, un procedimiento muy simple que libera la lengua de tu bebé y le permite amamantar efectivamente. En este procedimiento, el médico aplica anestesia en gel a la lengua de tu bebé y corta el frenillo lingual para liberarlo. Según varios estudios realizados, el 96% de los bebés que tenían dificultad para amamantar previo a este procedimiento, logran hacerlo de manera efectiva después.

En caso de que no puedas o no quieres que tu bebé se realice una frenectomía, que sería lo más recomendable para que logres amamantarlo, te sugerimos que:

  • Te extraigas leche entre 8 y 10 veces por día, para que se la des a tu bebé con un biberón o con tu dedo y una sonda. Si optas por este último método, asegúrate que tus uñas estén bien cortadas y tus manos limpias. Después, introduce tu dedo con la sonda en la boca de tu bebé y recarga tu uña sobre su lengua. Alinea tu dedo con el centro de su boca, intentando que la parte posterior de la lengua no se eleve demasiado. Idealmente, tu bebé debe empezar a succionar.
  • Busca la asesoría de un consultor de lactancia o de un grupo de lactancia para que le ayude a tu bebé a realizar ejercicios con la lengua.

Para que te des una idea de la alimentación con el dedo, observa la siguiente imagen:

Alimentacion manual

Hamish Darby/Flickr

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