Algunas de las complicaciones más comunes de la episiotomía incluyen:

• Dolor al orinar.
• Dolor prolongado al tener relaciones sexuales.
• Mayor dolor en el perineo.
• Mayor riesgo de incontinencia urinaria.
• Infección de la herida.
• Si se hace un corte central, ósea de la vagina al recto, existe un mayor riesgo de desgarre.
• Si se hace un corte lateral, ósea de la vagina hacia la pierna, hay una mayor pérdida de sangre y se corta aún más tejido.
• Si en el primer parto se realizó una episiotomía, existe mayor riesgo de desgarre en los partos subsecuentes.
• A largo plazo, si el desgarre es severo, la mujer puede desarrollar problemas de incontinencia fecal.

Debido a la información anterior, la episiotomía ha perdido popularidad en Estados Unidos y en Europa, sin embargo, en varios países latinoamericanos sigue siendo una práctica habitual. Como ejemplo, en Suecia la episiotomía únicamente se utiliza en 10% de los nacimientos vaginales, mientras que América Latina esta cifra llega al 90%. La Organización Mundial de la Salud (OMS) desaprueba que se realice esta práctica de modo rutinario y en vez recomienda solo utilizarla en los siguientes casos:

• El bebé viene en una posición anormal (viene de nalgas o está en una posición occipito-posterior, ósea, la parte posterior de la cabeza del bebé está del lado de la espalda de la mamá)
• Se requiere el uso de fórceps
• Si hay cicatrices de alguna mutilación genital femenina
• Si el bebé está en peligro y necesita nacer con mayor rapidez
• Si en un parto previo, la madre tuvo un desgarre de tercer o cuarto grado y la cicatriz de esta no ha sanado correctamente

Para prevenir o disminuir la probabilidad de que te tengan que hacer una episiotomía, te recomendamos que durante todo tu embarazo hagas ejercicios de Kegel para fortalecer toda tu área pélvica. También, algunos expertos sugieren que a partir de la semana 32 empieces a hacerte masajes en el área del perineo, usando tu índice para masajear y ampliar el conducto vaginal. Además, una vez que empiece tu labor de parto es importante que te pongan compresas calientes para aflojar el periné. En este artículo, la doctora Sylvia Pick te brindará más información sobre cómo se realiza una episiotomía y cómo puedes ayudar a evitarla.

Por último, es importante que hables con tu obstetra desde el inicio de tu embarazo. Pregúntale con qué frecuencia y en qué situaciones realiza episiotomías y qué medidas toma para prevenir el uso de episiotomías. Si tu obstetra parece favorecer la episiotomía, te recomendamos buscar otro médico que use prácticas más modernas.

Esta incisión se hace comúnmente cuando la cabeza del bebé está visible después de una contracción y cuando el diámetro de dilatación es de 10 centímetros y cuando la cabeza está visible. El corte comprende la piel, el plano muscular y la mucosa vaginal, y se realiza con tijeras o bisturí. Si se realiza, se necesitará sutura después del parto.

 Tipos de episiotomía

La episiotomía puede ser:

• Media: El corte va de la vagina hacia el recto.
• Medio lateral: El corte empieza en el centro y se dirige hacia un lado, lejos de la región anal.

La episiotomía siempre se debe hacer con un corte limpio y controlado de 1-3 centímetros. Esta incisión siempre debe hacerse bajo el efecto de la anestesia epidural  y, en el caso de no haber aplicado esta, se debe aplicar una anestesia local.

¿Cuándo hay necesidad de hacerla?

Esta decisión dependerá de la posición y de la situación del bebé, así como de la flexibilidad del periné de la mujer que está pariendo. La decisión deberá tomarla el obstetra.

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¿Cómo evitar una episiotomía?

A nadie le gustaría pasar por una episiotomía, afortunadamente puedes hacer algunas cosas para intentar evitarla. Por ejemplo, a partir de la semana 32 de embarazo puedes intentar ejercitar el periné con ejercicios de Kegel, estos consisten en hacer contracciones y relajaciones del suelo pélvico. Igualmente, puedes intentar ejercitarlo con el masaje perineal, para este debes usar aceite de almendras dulces o de olivo y meter los dedos pulgares 3-4 centímetros en la vagina y masajearte en “U”, jalando un poco hacia abajo y hacia afuera. Es recomendable hacer estos ejercicios diariamente después del baño. En el momento del trabajo de parto, puedes hacer ejercicios con una pelota gigante que te ayuden a mejorar el tono muscular.

Es importante que en el momento del parto, tu obstetra sea paciente para permitir que el periné se distienda lo más lento posible. Durante este tiempo, es básico que intentes exhalar y no pujar. Por último y para relajar la musculatura del periné, se pueden usar compresas calientes.

Una mujer siempre podrá pedirle a su obstetra que trate de no hacerle una episiotomía, pero esta decisión se tomará al momento del parto y dependerá del periné, de que tan rápido es el parto, si la cabeza del bebé es muy grande, si el hombro del bebé se antepone, y si el bebé no viene de cabeza.

Para aplicarla se inyecta un anestésico local en el espacio epidural. Es decir que se pone una inyección entre las vertebras y a través de los ligamentos en la región lumbar. De esta manera, se bloquean las terminaciones de las fibras nerviosas que están en la salida de la médula espinal; sin lastimar la médula, pero bloqueando así la sensación de dolor.

Descubre que puedes aprender a manejar el dolor del embarazo en el artículo: ¿Qué son las clases prenatales? 

Este procedimiento lo debe realizar un anestesiólogo experimentado, con una aguja larga. Su aplicación debe molestar muy poco, existiendo una sensación de presión más que de dolor, porque se adormece localmente la zona.

En ocasiones, puede dejarse un catéter de plástico muy delgado. Esto, por si más adelante en el trabajo de parto o en el momento expulsivo, se requiere de una mayor dosis y ya no se quiere volver a picar a la mamá. Este catéter se pone durante el mismo procedimiento inicial y no debe causar molestias.

El efecto de este anestésico no es el mismo en todas las mujeres, pero por lo general, hace efecto en 10-15 minutos y la cantidad inicial tiene una duración de 2 horas aproximadamente.

La anestesia epidural no tiene ningún efecto negativo en los bebés, porque actúa directamente en los nervios de la madre y no en la sangre. Adicionalmente, si la madre así lo desea, puede iniciar la lactancia materna inmediatamente después del parto ya que solo habrá anestesia en la parte inferior del cuerpo.

Existen dos tipos de anestesia epidural:

• Raquídea: Se aplica en una sola dósis y tiene un efecto inmediato. Es aplicada en las cesáreas. Lee el artículo: Parto por cesárea.
• Peridural: Esta anestesia se usa en un trabajo de parto natural, puede ser en una sola dosis o puede irse aplicando de forma continua, según lo necesite la mujer. Lee también el artículo Parto natural.

¿Cómo se pone la anestesia epidural?

Primero se hace una limpieza con una solución antiséptica en la zona lumbar de la paciente y después se hace la colocación de los campos esteriles. Inmediatamente después se le pide a la mujer que se coloque en posición sentada, doblando un poco su espalda hacia delante, haciendo una curvatura. También se le puede pedir que se coloque acostada de lado, doblando sus piernas. En estas posiciones se aumenta el espacio epidural (entre las vertebras) y es más fácil aplicar la inyección.

¿Cuándo se pone la anestesia epidural? 

La anestesia epidural se aplica cuando hay un buen trabajo de parto y una dilatación cervical mínima de 3-4 centímetros. Para explicar mejor el momento en que se aplica, a continuación te presento las TRES ETAPAS del parto:

PRIMERA ETAPA: Es la más duradera, ya que empieza desde que inician las contracciones, y termina hasta que hay una dilatación completa del cérvix. Dependiendo de cada mujer y del número de hijos que ya ha tenido, puede durar entre 10-20 horas. Esta etapa se divide en tres fases:

• FASE 1  Latente – Etapa en la que el cérvix se adelgaza y empieza a dilatarse.
• FASE 2  Activa – El cérvix pasa de los 3-4 centímetros a los 8-9 centímetros de dilatación. Esta fase suele durar entre 2 y 5 horas y es durante la que se aplica la anestesia epidural.
• FASE 3  De desaceleración o transición – La dilatación llega a ser completa y algunas veces se combina con el descenso del bebé hacia el canal del parto.

SEGUNDA ETAPA: Es en la que se da el nacimiento del bebé. Puede tardar unos minutos o hasta 3 horas. Depende en gran parte del pujo que haga la mujer para ayudar al descenso.

TERCERA ETAPA: Esta se caracteriza por la expulsión de la placenta. Esto puede suceder inmediatamente después del parto o tardar hasta 30 minutos. Puede acelerarse un poco si se amamanta inmediatamente al bebé, ya que esto libera oxitocina que ayuda a expulsarla.

Si quieres saber más sobre las etapas de parto te recomiendo el artículo: Las etapas del parto.

Contraindicaciones de la anestesia epidural

Algunas contraindicaciones para este tipo de anestesia son:

No se recomineda usar anestesia epidural cuando hay una hemorragia materna causada por placenta previa, por desprendimiento de placenta, por una lesión cervical o por varices en vagina o vulva. Esto se debe a que los vasos se dilatan con el bloqueo que produce la anestesia, aumentando así el sangrado. En otros casos, la hemorragia puede tratarse de una urgencia médica que se debe resolver de inmediato, por lo cual no da tiempo de aplicar una anestesia epidural.

Otro motivo donde se contraindica la anestesia epidural puede ser cuando existe una infección cutánea cerca del sitio de la punción o inyección, ya que con esta la infección puede propagarse al interior del espacio epidural. Asimismo, esta anestesia no se usa cuando existen algunas enfermedades neurológicas, cirugías de columna con placas, fibrosis local, entre otros, que impidan introducir una aguja en el espacio epidural.

Complicaciones de la anestesia epidural

En algunas mujeres, la anestesia puede causar efectos secundarios como dolor de cabeza e hipotensión arterial. Asimismo puede provocar una disminución de las contracciones y pérdida de la sensación de pujo, causando que la mamá no pueda ayudar en el momento de la segunda etapa.

Si la madre no percibe las contracciones o estas no se perciben con un registro cardiotocográfico, puede ser que la anestesia haya inhibido el trabajo de parto. Esto ocurre en un 30-40% de las veces y será necesario aplicar oxitocina para volver a tener la intensidad, frecuencia y duración adecuadas en las contracciones. Esto es a lo que se refiere una “conducción del trabajo de parto”, ya que se ayuda a la mujer a tener mejores contracciones uterinas. La diferencia con una inducción, es que en esta última se provocan las contracciones antes de tenerlas espontáneamente, por deseo de que nazca el bebé en mujeres que ya tienen mas de 41 semanas de embarazo.

Por último, si la anestesia se aplica muy cerca a la segunda etapa del parto, o si el trabajo de parto es muy rápido, es posible que la anestesia no alcance a hacer efecto.

Otros métodos si no se puede o se desea una anestesia epidural

Si buscas tener un parto natural y sin anestesia, también existen otros métodos para controlar el dolor durante el parto. Las prácticas más populares incluyen: el método de psicoprofilaxis, la acupuntura, las técnicas de relajación mental. Además algunos tipos de parto aseguran que te ayudan a disminuir el dolor, como el parto en agua.

A continuación te enlistamos las etapas de la cesárea:

Preparativos: Antes de iniciar con la operación, el equipo médico se asegurará de equilibrar tu tensión arterial. Igualmente prepararán la zona de la incisión, rasurando la parte alta de tu vello púbico y limpiando con antiséptico tu piel del abdomen y área del bikini. Después se te administrará la anestesia, utilizando un bloqueo espinal y se te colocará una sonda para desviar la orina, y así evitar infecciones.

Corte: Una vez insensibilizada y desinfectada el área, se dará inicio con la cirugía, haciendo una incisión transversal en la parte baja del abdomen que limita con el área del bikini. Este corte se llama incisión de Pfannestiel. Aunque no es recomendable, en ciertos casos se usa una incisión vertical en vez de una transversal. Después se procederá a cortar las capas de grasa y tejido que sujetan los músculos abdominales. Estos últimos no se cortan, solo se separan, y es así como se accederá a tu útero. Este recibirá el último corte transversal que es para sacar a tu bebé. Después, el médico y su equipo sacarán a tu bebé de tu cuerpo y le sacarán el líquido amniótico de los pulmones, nariz y boca. Posteriormente, sacarán la placenta y cortarán el cordón umbilical. Dependiendo de lo que hayas acordado con tu médico, te pueden o no pasar a tu bebé de inmediato. Te aconsejamos leer el artículo: Los beneficios del alojamiento conjunto. 

Consejo para antes de la cesárea: avísale a tu médico, antes del parto, que justo después de que saque a tu bebé deseas verlo. Igualmente indícale que deseas que después de que le hagan sus primeros exámenes médicos, lo dejen con tu pareja o algún familiar, para que no lo lleven a los cuneros donde es posible que le den fórmula. Da clic aquí para que sepas como debe ser el primer contacto con tu bebé.

 Sutura: Después de sacar al bebé y a la placenta de tu útero, este se cose con un hilo que será absorbido por los tejidos en unos días. Antes de cerrar la herida de la piel, vuelven a su sitio tus músculos abdominales y se sutura la capa de grasa y tejido. La piel se cose con hijo de nylon o con grapas por debajo de la piel para que la cicatriz sea lo menos notoria.

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Médicamente las etapas del trabajo de parto son tres, las cuales van desde la dilatación del útero hasta la expulsión de la placenta. Para que estés mejor preparada, aquí te describimos cada una de ellas:

ETAPA UNO:

Esta primer etapa del parto está dividida en tres fases. Empieza con las contracciones de parto y termina con la completa dilatación del cuello uterino. Da clic aquí para que sepas como distinguir las contracciones de parto.

• Fase latente o temprana: Las contracciones de parto se vuelven regulares, ocurren con mayor frecuencia (descanso de 5-30 minutos entre contracciones), y son cada vez más fuertes. En esta etapa también se te puede romper “la fuente”. El cuello uterino se adelgaza y se empieza a dilatar o a abrir. Esta suele ser la parte más larga de la primera etapa del parto y su duración varía entre cada mujer. En algunos casos, puede durar días enteros y en otros solamente pocas horas. En madres primerizas puede prolongarse hasta 20 horas, mientras que en madres con más hijos suele durar de 6 a 12 horas.

• Fase activa: En esta fase, el cuello uterino se dilata con mayor rapidez. La dilatación en esta etapa del parto puede ir de los 3 a los 7 u 8 centímetros. Es también en esta fase que las contracciones se vuelven más frecuentes (descansos de 3-5 minutos entre contracciones) y duran más tiempo (45–70 segundos). Esta fase puede durar de 3–5 horas. Este es el momento en que deberás ir al hospital. Te invitamos a leer el artículo: Síntomas indican que debes ir al hospital en el embarazo.

• Fase de transición: En esta fase, tu cuello uterino sigue su dilatación a una velocidad más lenta hasta llegar a dilatarse por completo (10 centímetros). En esta etapa, las contracciones ocurren cada 30-120 segundos y duran de 60-90 segundos. Es aquí cuando el bebé tiene un rápido descenso y se introduce en el canal de nacimiento. Con esto, la primer etapa del parto está por terminar.  Esta es la fase más difícil y dolorosa, pero también es la más corta.

ETAPA DOS:

En esta etapa del parto ocurre el nacimiento del bebé. Para las madres que ya han tenido hijos, en general, suele durar menos de una hora. Sin embargo, para las madres primerizas puede prolongarse hasta 3 horas. En esta etapa, la mamá puja activamente hacia fuera para permitir el paso del bebé por el canal de nacimiento, hasta que el bebé nace. Al salir, tu bebé respirará aire por primera vez.

Es común que en esta etapa sientas una intensa presión sobre tu recto y es completamente normal que te hagas un poco de pipí o de popó. Además, conforme vaya saliendo la cabeza de tu bebé, sentirás dolor y ardor. Por último, es común que la cabeza de tu bebé salga y se vuelva a meter. Si esto ocurre no te desanimes, en vez continúa escuchando las instrucciones de tu médico, partera y/o doula. ¿Quieres saber qué es una doula? Da clic aquí.

ETAPA TRES:

Esta etapa del parto se caracteriza por la expulsión de la placenta. Puede ocurrir de manera inmediata después del nacimiento del bebé o tardar hasta 30 minutos. En esta etapa del parto podrás darle leche materna a tu bebé. Con esto liberarás oxitocina, permitiendo acelerar  el proceso natural de expulsión de la placenta y logrando fortalecer el vínculo afectivo entre tu bebé y tú. Descubre cómo debe ser el primer contacto con tu bebé. 

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Los principales síntomas de parto son:

• Expulsión del tapón mucoso: Se trata de un tapón de moco teñido de sangre que protege el cuello del útero de los microorganismos del exterior. Su expulsión puede ocurrir días antes del parto o justo antes de que este empiece. Algunas veces se puede expulsar de forma gradual o puede suceder de manera repentina. Si esto sucede, te recomendamos que llames a tu médico, quien te hará varias preguntas y te dará indicaciones sobre lo que debes hacer. La expulsión del tapón mucoso por si solo no es un síntoma de parto, sino solamente una señal de que este está próximo a iniciar.

• Contracciones frecuentes y regulares: Las contracciones de parto pueden iniciar varios días antes del nacimiento de tu bebé. Si ocurren de modo irregular, probablemente sigan siendo contracciones Braxton Hicks y no son indicativas de una labor de parto. Sin embargo, conforme se acerca el nacimiento de tu bebé, las contracciones se volverán más dolorosas y regulares. Para reconocer que el trabajo de parto está iniciando, deberás tener contracciones aproximadamente cada 5 minutos y con una duración de 30-70 segundos. Las contracciones de parto no se producen necesariamente en intervalos puntuales, pero sí aproximados. Podrás notar que las contracciones además de regulares, se vuelven cada vez más intensas y dolorosas.

• Rompimiento del saco amniótico: El rompimiento de “aguas” o de “la fuente” es el síntoma principal de que el parto está por empezar. Si esto sucede, no debes alarmarte, ni acelerarte, mantén la calma y avisa a tu pareja o a algún familiar para que te lleven al hospital. Este rompimiento puede ocurrir de golpe o de forma gradual, en cualquier caso es importante que te prepares para iniciar el parto. Para conocer todas etapas del parto da clic aquí.

Aunque estos son los síntomas de parto más comunes, es importante que estés atenta a otros síntomas como el sangrado vaginal o la expulsión de líquido amniótico oscuro o teñido de sangre. En caso de que presentes alguno de estos dos últimos síntomas, no debes esperar ni un solo minuto para ir al hospital ¡PIDE AYUDA MÉDICA INMEDIATAMENTE! Estos dos síntomas pueden significar una complicación en el proceso de parto, causados por el rompimiento o desprendimiento de la placenta. En caso de no recibir ayuda a tiempo, el resultado puede ser potencialmente mortal.

Te deseamos que tu parto sea lo más sencillo posible y que pronto disfrutes de tener a tu bebé contigo. Recuerda que el proceso de parto es algo natural y que al finalizar conocerás a tu bebé y podrás abrazarlo, amamantarlo, y seguir fortaleciendo el vínculo que te ata a él. Te invitamos a leer el artículo: Contacto piel a piel, donde descubrirás la importancia del primer contacto con tu bebé.

¡Espera tranquilamente el nacimiento de tu bebé!