Fuente: flickr.com / Raphael Goetter
Muy al inicio de mi embarazo, una noche, mientras hacíamos unos sándwiches, mi novio me preguntó como planeaba que fuera el parto. No tenía idea. Claro que yo creía saber todas las opciones: los partos en agua, sin anestesia y las temibles cesáreas. Ya está, alguno de esos será, pensé. Y entonces él me preguntó si quería llevar una Doula… “¿una qué?”. Me puse a leer y me pareció horrible la idea de tener a una completa extraña acompañándome en el momento más íntimo para mí y para el papá de Martín.
Unos meses más tarde tomamos el curso de psicoprofilaxis donde aprendí lo que es una doula. Ahí cambio completamente mi idea: las Doulas son mujeres que asisten a la mujer embarazada a dar a luz, tienen conocimientos del proceso del parto, del cuerpo de la mujer y de la salud del bebé. Saben dar masajes, controlar la respiración durante las contracciones y todos aquellos aspectos que como mamá o papás primerizos son, créanme, completamente ajenos, por más que creamos lo contrario.
Hicimos una cita con Wadi, la Doula, con quien platicamos sobre nuestras dudas y sobre el papel que queríamos que jugara. En el “día D” nos alcanzó en el hospital para el trabajo de parto, que fue difícil, tardado y sin muchos resultados (al final, tras muchas horas me hicieron cesárea), sin embargo, tenerla ahí conmigo fue la mejor decisión. También nos acompañó para la primera tetada de Martín, y fue ella quien me inició en la técnica de la lactancia.
En mi experiencia, con un ginecólogo muy ortodoxo y poco relajado, no fue difícil hablar con él acerca de llevar a Wadi al hospital. Y claro, la asistencia de la Doula es eso: asistencia. Quien lleva las riendas y toma las decisiones médicas es el doctor en conjunto con los papás, no hay cuestionamiento de autoridad, sino un apoyo y un compartir del proceso.
Así que en cuanto al parto, mi recomendación es ir acompañados de una Doula, quien puede dar seguridad, cariño, acompañamiento y todos los tips que necesitamos para hacer del parto una experiencia hermosa, fácil y positiva.
