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Los beneficios del alojamiento conjunto 

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Alojamiento conjunto Fuente: flickr. com / Aaron Vowels

El primer encuentro con tu bebé será uno de los momentos más importantes en tu vida. En cuanto nazca tu bebé, lo más probable es que quieras estar cerca de él o de ella. Sin embargo, muchos hospitales impiden que la mamá y el bebé pasen sus primeros días completamente juntos, sugiriendo o imponiendo que el bebé pase la noche en el famoso cunero. Afortunadamente, existe otra alternativa: el alojamiento conjunto, definido como la colocación del recién nacido y de su madre en la misma habitación de hospital. Este tiene como objetivo favorecer el contacto de manera precoz y permanente.

El alojamiento conjunto no es una tendencia o una moda, sino un derecho de la mamá y del bebé. Práctica que, además, tiene beneficios médicos tangibles y medibles. De acuerdo a las Normas Oficiales Mexicanas y a la Organización Mundial de la Salud, no hay razón para separar a la madre de su bebé después del nacimiento si ambos están sanos. Desde un punto de vista médico, mencionaré algunos de los beneficios del alojamiento conjunto en comparación con el alojamiento en un cunero:

  • Aumenta la probabilidad de éxito con la lactancia materna: Los bebés que permanecen en alojamiento conjunto tendrán mayor probabilidad de éxito con la lactancia materna y menor riesgo de infecciones nosocomiales (enfermedades adquiridas en el hospital).
  • Reduce la incidencia de complicaciones maternas en el posparto: Además de promover el vínculo de los padres con su bebé, las mamás de los bebés que permanecen en alojamiento conjunto tendrán menor riesgo de depresión posparto y menos complicaciones relacionadas con sangrados después del parto.
  • Permite que la mamá y el bebé descansen mejor: En algunos hospitales, el personal de salud te dirá que dejar a tu bebé en el cunero te permitirá descansar mejor. En realidad se ha observado que tanto las mamás, cuyos bebés permanecen en alojamiento conjunto, como los bebés duermen más tranquilos al estar cerca el uno del otro.

Todo bebé y su mamá necesitan tiempo y espacio para conocerse, olerse, escucharse, tocarse y sentirse.

Además de los beneficios médicos aquí mencionados, te invito a hacer un ejercicio más humano: imagínate el mundo desde la perspectiva de tu bebé. Antes de nacer, vivió durante nueve meses dentro de tu útero: un lugar cálido, con poca luz, con sonidos tenues y arrulladores como el constante latido de tu corazón y el fluir de tu sangre, los sonidos de la voz de papá y mamá como fondo de música hermosa que se oye a lo lejos, y en medio de un líquido amniótico tibio y amortiguante.

Si fueras un bebé, ¿en dónde te gustaría estar después de tu nacimiento? En un cunero, lugar donde probablemente cinco a diez bebés estén llorando a tu alrededor y un grupo de voces desconocidas griten palabras que no entiendes; un lugar con luces destellantes donde se escuche una grabadora con música; un lugar donde una mujer vestida de blanco te esté tratando de dar una botella aunque no tengas hambre, o de introducirte un chupón con olor a plástico.

O preferirías estar en la habitación con tu mamá; un lugar que probablemente tendrá luces tenues la mayor parte del tiempo. Además, en ese lugar habrá sonidos familiares como la voz de papá y mamá, una melodía que probablemente ya habías escuchado antes y, si estás en el costado de mamá, hasta escucharás ese sonido familiar de los latidos de su corazón. Además, estarás acurrucado en los cálidos brazos de mamá, aprendiendo a chupar un pezón que huele muy similar al líquido amniótico que te acogió durante nueve meses.

Con estos dos ejemplos, ¿aún tienes dudas de por qué los bebés que se alojan con sus madres lloran menos y pasan mayor tiempo tranquilos y dormidos?

Todo bebé y su mamá necesitan tiempo y espacio para conocerse, olerse, escucharse, tocarse y sentirse. Por lo que el alojamiento conjunto te permitirá conocer a tu bebé más rápido, sensibilizándote a sus necesidades y tranquilizándote al sentir que lo tienes cerca. También, al pasar más tiempo con tu bebé desde el inicio, empezarás a tener más dudas y preguntas sobre tu nuevo rol como mamá, dudas que podrás aclarar con el personal de salud que visite tu habitación.

Si ya estás convencida sobre la opción del alojamiento conjunto, al elegir el hospital donde vaya a nacer tu bebé, pregunta cuales son las políticas que manejan en este tema y háblalo con el pediatra que recibirá a tu bebé. Es importante que tú te informes y tengas muy claro lo que buscas para que se lo puedas comunicar de modo asertivo a tu médico y a tus enfermeras. ¡Suerte!

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