6 cuidados básicos

1. No te apresures. En los primeros meses puede ser que tu bebé no tenga cabello así que no hace falta que se lo laves.
2. No permitas que la piel se reseque. Es importante que no laves su cabello con demasiada frecuencia ya que esto puede resecar su delicada piel y aumentar la probabilidad de que tu bebé desarrolle una costra láctea (una especie de caspa muy común en los niños), parches escamosos y piel áspera. Lo que tienes que hacer es lavar cada dos días el cabello de tu pequeño, esto ayudará a conservar los aceites naturales de su cuero cabelludo.
3. Utiliza champú para bebés. Utiliza únicamente productos formulados para bebés, ya que estos están especialmente diseñados para la delicada piel de tu bebé. Siempre lee la etiquetas de los productos para asegurarte que no contengan químicos nocivos que puedan irritar o causar erupciones u otras complicaciones en la piel de tu bebé.
4. No presiones demasiado. La clave para cuidar el cabello de tu pequeño es tratarlo suavemente. Evita ejercer mucha presión en su cuero cabelludo ya que la mayoría de los bebés e incluso, algunos niños pequeños tienen muy sensible esta área.
5. Problemas de tina. Antes de bañarlo asegúrate de que su cabello no tenga nudos. Si los tiene es mejor desenredarlos antes con un cepillo de cerdas suaves (hazlo con cuidado, para evitar gritos o llanto). El cabello es la última parte del cuerpo que debes lavar al momento del baño, especialmente si lo haces en una tina. De esta manera, la espuma del champú no permanece tanto tiempo en el agua, lo que podría irritar la piel. Cuida también que éste no entre en sus ojos y si esto pasa enjuaga con abundante agua.
6. Productos básicos. A partir de los dos años de edad, enseña a tu hijo todos los artículos que necesita para que su cabello luzca limpio: toalla, acondicionador y champú para bebés, cepillo, etc. Explícale la función de cada uno (secar, desenredar, lavar, cepillar). Esto le enseñará la importancia de tener buenos hábitos de higiene. No olvides que todos deben ser productos de calidad.

Aquí te damos una lista con todos los artículos que necesitarás para el momento del baño. 

• Este es un método que utilicé con mi hijo y que me dio excelentes resultados.
• Es una recopilación de varias técnicas que leí en libros, blogs y otros artículos.
• Anteriormente lo he recomendado y ha funcionado con éxito.

Para mí, era importante que mi bebé aprendiera a dormir solo y en su cuarto, y quería una transición con mucho cariño y con pocas lágrimas, pero que fuera efectiva. ¡Y lo fue! Aquí te dejo mis consejos:

Te sugiero leer: El sueño de un bebé – ¡Establece una rutina!

6 tips para dormir a un bebé menor de 3 meses

En esta etapa hay poco que hacer para enseñarle a tu bebé a dormir. Sobre todo porque durante los primeros 3 meses es muy importante que tu bebé no dure más de 3 horas sin comer; por lo que si dura más de este tiempo durmiendo, la recomendación es que lo despiertes para amamantarlo. Después de esta temporada, puedes amamantarlo a libre demanda y puedes dejarlo dormir todo el tiempo que él quiera. Sin embargo, si notas que no está subiendo de peso de manera saludable, entonces sí, síguelo despertando para comer.

Aunque durante estos meses aún no puedes imponer horarios para dormir en tu bebé, sí puedes empezar a crear hábitos, por ejemplo:

1. Crea una rutina para la hora de dormir:

• Intenta acostar a tu bebé siempre a la misma hora.
• Dale un baño. No tienes que ponerle jabón todos los días, ni dejarlo mucho tiempo en el agua, sino solo un ratito para relajarlo. (Si hay algún día que lo ves muy inquieto, pon un par de hojas de lechuga en la bañera, esto los ayuda mucho a relajarse).
• Dale un ligero masaje con crema humectante.
• Disminuye la intensidad de la luces.
• Pon música clásica o alguna otra que sea tranquila.
• Cuéntale un cuento cortito.
• Dale siempre un beso y dile buenas noches antes de acostarlo.

2. Coloca una cuna, moisés o colecho dentro de tu cuarto. Durante estos meses es muy importante que el bebé duerma cerca de ti, pero no en tu cama.

3. Cuando le toque comer en la madrugada, mantén la habitación lo más obscura y silenciosa posible. Intenta alimentarlo y cambiarle el pañal casi sin despertarlo.

4. Cuando duerma durante el día no es necesario apagar las luces o estar en completo silencio, al contrario es importante que el bebé “viva” la diferencia entre el día y la noche.

5. Durante el día deja que tu bebé duerma en tu pecho o en tus brazos. Si puedes utiliza un rebozo, fular o kanguro, pero por las noches intenta que duerma en su cuna o moisés. Da click aquí y aprende cómo utilizar un fular correctamente.

6. Evita que asocie la hora de la comida con el sueño, para eso intenta que no se quede dormido mientras le das pecho o un biberón.

Ojalá te sean muy útiles mis consejos.

Estos son algunos de esos buenos hábitos que puedes empezar a enseñarle a tu bebé:

• Tender la cama. Aunque sean pequeños y por el momento no puedan ayudarnos a jalar una sábana, el ver que todas las mañanas haces la cama les enseñará esta tarea diaria.

• Lavarse las manos. A pesar de que las toallitas húmedas y el alcohol en gel siguen siendo mi mejor aliado, ahora le lavo las manos antes y después de cada comida, luego de cambiarle el pañal y por supuesto, ¡¡cuando las tiene llenas de tierra!! Después de un par de semanas de seguir con esta rutina, ahora cuando le pongo la espuma (el jabón) en las manos, él las frota para “lavarlas”.

Si quieres conocer mi experiencia con las rutinas para niños, visita este artículo.

• Lavarse los dientes. Mi pediatra me recomendó que empezara a dejar que Mikel jugara con el cepillo de dientes desde que le salieron los primeros dientes; que en nuestro caso, fue alrededor de los 4 meses. Sietes meses después, al acabar el baño, mi pequeño capataz ya agarra su cepillo y se lava los dientes mientras su papá y yo hacemos lo mismo.

• Recoger sus juguetes. Desde un principio, cuando acabábamos de jugar, dejaba que mi pequeño torbellino me viera recogiendo sus juguetes y mientras lo hacía cantaba una canción. Ahora, en cuanto empiezo a cantar, él sabe que es la hora de guardar y me ayuda hasta que no queda nada fuera de lugar. TIP: para facilitar esta tarea es importante tener un sitio adecuado donde poner los juguetes, que siempre sea el mismo y sobre todo, que sea completamente accesible para tu hijo. En nuestro caso, utilizamos unas cajas de plástico que tenemos en la sala y en su cuarto.

Si quieres conocer 2 elementos clave para brindarle estabilidad a tu hijo, da clic aquí.

• Leer. La lectura es un hábito y no hay nada mejor que inculcárselos a nuestros hijos desde pequeños. Yo me acuerdo de mi mamá leyendo todo el día, aún hoy lo hace, y estoy segura que es por eso que los libros son una de mis pasiones. ¡Espero poder hacer lo mismo con Mikel!, y como ahora no tengo tiempo de leer para que él me vea, lo que hacemos es que todas las noches, sin pretexto, leemos un cuento. Lo que he conseguido hasta ahora con esta rutina es que mi niño ya sabe pasar las hojas de los libros y es capaz de señalar algunos personajes.

Ahora ya lo sabes, si predicas con el ejemplo te será mucho más fácil inculcarle buenos hábitos a tu bebé. Y tú, ¿cuáles le has inculcado a tu pequeño? ¡Compártenos tu experiencia!

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Ya varias veces me he encontrado resguardando, como el tesoro más preciado del mundo mundial, la hora de la siesta de Emma. Hablo en tono bajo por teléfono, cierro las ventanas, pongo mi celular en vibrador, le pido al portero de mi edificio que no toque el timbre, muevo la cita del plomero para después de las 15:30 horas, le pido a mis amigas que me llamen cuando estén abajo (así bajo yo directamente), y demás cosillas que solo una madre puede idear.

En más de una oportunidad, mis movimientos “fríamente calculados” han sido ignorados, por lo general: por el portero… ¡qué odio me da! “¿Por qué Don Lupe me trae el garrafón de agua que le pedí a las 13:00 a las 16:00 si ya le dije que es el momento de la siesta de Emma?”. En esas circunstancias me doy cuenta que piensa, sin duda: “¡Qué madre tan  histérica!”, jajajaja. Y sí, le estoy dando motivos por demás, ¿no? Lo recibo con mi peor cara y le recuerdo mi pedido explícito.

Emma termina su “kinder ya no rodante”, del cual les hablaré en otra oportunidad, a las 12:30 horas. Aproximadamente entre las 13:00 y las 13:15 horas ya está durmiendo su siesta, que por lo general dura dos horas. En ese tiempo voy al supermercado, respondo e-mails, hago llamadas pendientes o algún trámite. En fin, ¡aprovecho el tiempo al máximo! Esos 120 minutos, son su única siesta, por lo que intento que la disfrute sin interrupciones.

Realmente hacen la diferencia, ¡se despierta de un humor increíble! Y, ¿por qué mentirles?, es también un tiempo extra para mí.

Cuéntenme, ¿ustedes suelen encontrarse en situaciones de “madre histérica”?

También te invito a que leas este artículo: El sueño del bebé: establece una rutina.

Con amor, Mamá Pia

¡Ojo! una rutina no es lo mismo que un horario; la diferencia es que en una rutina no es necesario que las cosas ocurran siempre a la misma hora, sino que constantemente sucedan en el mismo orden. Con lo anterior quiero decir que la hora de dormir no tiene que ser forzosamente todos los días a las 7 de la noche en punto, pero sí que debe ser siempre después del baño, por ejemplo.

Aquí les comparto nuestra rutina; la cual seguimos desde que Mikel cumplió 6 meses, empezó a comer sólidos y yo elegí parar de darle pecho (esta fue mi decisión, pero puedes darle pecho durante mucho más tiempo, si es que así lo deseas). Las actividades y los horarios se los comparto para darles una idea general, no para que los sigan al pie de la letra.

7:00 – 7:30 a.m. Mikel se despierta. Mi esposo o yo entramos a su cuarto y le cambiamos el pañal.
7:45 a.m. Le preparamos un biberón con 7 onzas de fórmula.
8:00 – 9:00 a.m. Jugamos un rato en la cama, o si está muy inquieto lo sacamos a jugar en su tapete en el piso.
9:00 a.m. Desayuna papilla de frutas con avena o quinoa.
10:00 a.m. Toma la siesta, entre 40 min y una hora.
11:00 – 1:00 p.m. Le damos tiempo a los juegos, salidas y otras actividades.
1:00 p.m. Come alguna papilla y toma un biberón con 6 onzas de fórmula.
2:00 p.m. Toma una siesta, entre 40 min y una hora.
3:00 – 5:00 p.m. Le damos tiempo a los juegos, salidas y otras actividades.
5:00 p.m. Toma su biberón con 6 onzas de fórmula.
5:00 p.m. A veces duerme una siesta, depende de qué tanta actividad haya tenido durante el día; si está cansado lo dejo dormir.
7:30 p.m. Cena, frutas o verduras.
8:00 p.m. Toma su baño.
8:30 p.m. Ponemos música clásica, leemos un cuento y se toma un biberón con 6 onzas de fórmula y una cucharada de avena y llegó la hora de dormir.

Por último, aunque las rutinas para niños son importantes para su desarrollo y tu bienestar, vale la pena destacar que las actividades y los horarios irán variando conforme tu bebé vaya creciendo.

En este artículo puedes ver los consejos de otra mamá para dormir a un bebé.

Ahora lo que puedes hacer es consultar con tus amistades como le hacen ellas para establecer y mantener horarios de manera saludable (ve este ejemplo). También puedes hacer una lista de las veces que has sido rígida y tratar de entender a que se debió. De esta manera, te irás conociendo mejor y podrás estar consciente cuando exageres en tu rigidez. Como resultado del ejercicio anterior, podrás tratar de controlarlo mentalmente cuando veas que te estás comportando con rigidez.

Puedes también buscar ayuda profesional. ¿Por qué? Porque es muy probable que si eres muy rígida con los horarios y rutinas de tu bebé, llegues a afectar otros aspectos de tu vida y de tu familia. Las personas rígidas tienden a sufrir pues si las cosas no se hacen de acuerdo con sus patrones y reglas, se angustian con facilidad al intentar que todo se haga a su manera.

Aprender a gozar con flexibilidad, y respetando que hay muchas formas diferentes de hacer las cosas es un enorme regalo. ¡Busca ayuda para que te lo puedas dar a ti y a tu familia!

 ¿Sabías que el estrés de los padres afecta a los hijos? Da clic aquí para saber más.

Las rutinas y los horarios son muy importantes porque le permitirán a tu bebé saber qué puede esperar de sus días y de su entorno. Además le ayudarán a desarrollar control sobre sus acciones, así como a tomar decisiones; igualmente gracias a ellos tu bebé puede tener orden, planeación y organización en su vida. Es decir que ambos elementos le dan una estructura sobre la cual se puede mover, por lo que le proporcionan estabilidad y tranquilidad.

Asimismo, le ofrecen la posibilidad de desarrollar autocontrol. El autocontrol es clave para que sepa que hay límites y reglas, y que aprenda que no siempre se puede simplemente hacer lo que quiere, cuando quiere, como quiera, donde quiera. Más adelante en la vida, el autocontrol es lo que motiva a un adolecente a hacer su tarea antes de ver la televisión, o a decirle que no a las drogas.

Por último, recuerda que las rutinas no deben dominarte a ti ni a tu hijo, también aprende a ser espontánea.

¡Así que utiliza las rutinas y los horarios!

En mi artículo pasado ¿Volveré a dormir?, les recomendé el libro “The baby sleep solution” de Suzy Giordano. Si decidieron bañarse, comer o dormir en sus cinco minutos libres, en lugar de leer el libro, aquí les paso unos pequeños tips que les pueden ayudar mucho a resolver la casi universal duda de “¿cómo hacer dormir a un bebé?”:

• Fomenta una rutina todas las noches antes de que tu bebé se duerma, por ejemplo: primero lo bañas, luego le das de cenar, luego le lees un cuento y finalmente lo acuestas a dormir. Esto le ayudará a tu bebé a saber que se aproxima la hora del sueño.
• Respeta su horario de dormir, trata de que sea a la misma hora todos los días. Yo siempre llevo en mi carro pijama y leche, en caso de que mis compromisos o vueltas se alarguen y llegue la hora de dormir a Julián.
• Administra bien sus siestas por el día. Trata de que no duerma su última siesta pocas horas antes de que lo acuestes ya que en lugar de sueño tendrá más energía que nunca.
• Ayuda a que aprenda a distinguir el día de la noche: en el día se juega, se le habla, se prenden luces; y por la noche: obscuridad, silencio y nada de juegos.
• Crea una rutina no solo para dormir, sino también para el día: respetando sus horarios de comida, siesta y juego. Yo trato de organizar mis vueltas o mandados durante las horas de siesta de Julián, para que duerma en los trayectos.

Perseverancia, consistencia y paciencia para lograr crear esta rutina. ¡Sí se puede! Conforme vaya creciendo tu bebé y se le vayan regulando los ciclos biológicos, se volverá más fácil y tú podrás gozar de tus ocho horas de paz y tranquilidad por las noches. ¡Espero que te funcione!

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La rutina de sueño del bebé inicia a eso de las 19 horas, con un baño tibio que su papá prepara la mayor parte de las veces. Si él no está, lo baño yo, eso es lo de menos, aunque el tiempo con papá es bueno también para reforzar los lazos emocionales entre ellos, ya que la mayor parte del tiempo Martín está conmigo. Después del baño le doy un breve masaje con crema, le pongo pijama y le doy de cenar; antes era puro pecho pero ahora que ya es más grande (tiene 11 meses) y come sólidos le doy cereal con fruta o fruta y una quesadilla. En la cena procuro platicar con él, dejarlo que coma solito y después ya nos vamos a su cuarto, donde le doy la última toma de pecho para dormir.

Siempre me ha funcionado, puedo decirles que aunque algunos días me tardo 45 minutos en dormirlo profundamente, otras veces en 15 o 20 minutos ya está dormido.  Aunque el sueño del bebé a veces es difícil de conciliar, particularmente si es un recién nacido, la rutina ayuda a que se vaya acostumbrando a dormir en horarios determinados.

Tal vez si tu bebé no logra conciliar el sueño fácilmente es porque no hay una rutina de sueño del bebé diaria que lo lleve a la cama, y podrías probar con algo parecido a lo que yo hago. Hay quien después de cenar les lee un cuento también. Así nuestros hijitos van acostumbrándose a la idea de “cerrar el día” y cuando son muy pequeños, esta rutina también les ayuda a empezar a diferenciar el día de la noche y a dormir más y mejor. Estas rutinas también pueden adaptarse en versión “mini” para las siestas, así tu bebé irá acomodándose mejor a un horario y tú te sentirás con más capacidad de planear tus días y tus noches.