Al Aly, profesor en el Aesthetic and Plastic Surgery Institute de la University of California-Irvine Medical, indica que debido a que el cuerpo de cada mujer es diferente, es difícil determinar exactamente cuándo y dónde se producen los cambios después del embarazo.

La mayoría de los cambios que experimenta tu cuerpo cuando te vuelves madre no deben preocuparte, ya que con los cuidados adecuados, pueden desaparecer.

Te presentamos algunos de los cambios más característicos:

1. Pancita post-bebé. Muchas nuevas mamás expresan que tienen “una llanta abultada alrededor de la cintura” y que es complicado desaparecerla. Madelyn Fernstrom, Directora del programa de control de peso del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, aclara que:

“Es posible recuperar el tono muscular, incluso desarrollar músculos que antes eran débiles, sin importar la edad que tengas, pero eso lleva tiempo, mucho ejercicio físico y abdominal”.

2. Un número más en la talla de los pies. Hope Ricciotti, profesora de obstetricia y ginecología de la Facultad de Medicina de Harvard, afirma que los pies de la mujer se hinchan con el embarazo. Así que después del nacimiento del bebé ellas pueden tener un número de zapato permanentemente diferente.

3. Los “kilitos” de más. Aunque esto no es algo permanente, puede resultar complicado bajar rápidamente el peso ganado durante el embarazo. Laura Riley, experta en embarazo de alto riesgo del Hospital General de Massachusetts, señala que actualmente no tenemos un tipo de estilo de vida que permita la pérdida rápida de peso. Sin embargo, cuidar tu alimentación y hacer ejercicio te ayudará.

4. Disminución del libido. Ricciotti indica que puede tardar hasta un año para que las mujeres vuelvan a sentir interés en tener sexo después del parto. Esto se debe a que los niveles de estrógeno aumentan durante el embarazo, y caen abruptamente después de dar a luz. Necesitas tiempo para que tu apetito sexual regrese a la normalidad.

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5. La talla del busto. Después de dar a luz y dejar la lactancia materna, tus senos pueden disminuir de tamaño hasta una talla de la copa. Mientras más hijos tengas, más tieden a “hundirse”, explica la profesora de Harvard.

6. Aparición de estrías. Después del parto pueden aparecer marcas en la piel del vientre y del pecho. Estas son pequeñas cicatrices que se producen por el estiramiento de la piel. Si no quieres que aparezcan en tu piel, lo mejor que puedes hacer es prevenirlas hidratando mucho las zonas más problemanticas; esto te lo recomienda Diego Sojo, matrón del Centro de Salud Los Cármenes, Madrid.

7. Ensanchamiento de cintura. Sojo señala que a las mujeres que han dado a luz, les cuesta trabajo lucir una cintura pequeña. Esto se debe a que una parte de la grasa que el organismo almacena para asegurar la producción de la leche, se deposita justo en esta zona. Algunos tipos de ejercicios pueden ayudarte con este problema.

Pueden parecer muchos los cambios en el cuerpo de las mujeres cuando se convierten en mamás, pero recuerda que estos son la muestra más grande de amor. Sin embargo, es importante que tomes las medidas necesarias para que estos no se conviertan en una pesadilla: una dieta saludable y ejercicio constante son la clave para que puedas seguir luciendo espectacular.

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Durante el embarazo los músculos de los ligamentos se ablandan y estiran por el aumento de la hormona ovárica relaxina, haciendo a los pies más propensos a sufrir tensiones de ligamento y tobillo cada día. Esto empeora si usas tacones, afirma Lorraine Jones, podóloga de la Society of Chiropodists and Podiatrists.

Para que te decidas a guardar los tacones en tu closet durante los siguientes nueve meses, te presentamos más argumentos que te convencerán.

1. Aumentan el riesgo de caídas

El uso de tacones durante el embarazo genera presión adicional en las articulaciones cuando ya están bajo tensión, lo cual aumenta el riesgo de que sufras caídas, indica la podóloga Lorraine Jones.

2. Causan dolor de espalda

Embarazada o no, los tacones alteran la alineación natural de la columna vertebral, esto a largo plazo genera ciertas deformaciones que ocasionan dolor. Si sumas a ello el peso de tu bebé, la molestia será aún mayor.

3. Amplían el peligro de coágulos sanguíneos

Si te caes y te rompes un hueso necesitarás que te enyesen, pero la inmovilización con yeso durante el embarazo aumenta el riesgo de que sufras coágulos sanguíneos, afirma Neal M. Blitz, cirujano reconstructivo de pie.

4. Hinchan los pies

Una condición médica conocida como edema o hinchazón en las piernas, los tobillos y los pies es común en el embarazo. Usar zapatos de tacón y ajustados agravan el problema tanto que puede impedirte caminar en varios días.

5. Afectan el equilibrio

Neal M. Blitz explica que durante el embarazo el centro de gravedad de la mamá cambia hacia adelante, dificultando la capacidad de mantener el equilibrio y los tacones altos también causan ese efecto. Por lo tanto la combinación crea una fuerza de atracción que hará más fácil que te caigas y lastimes directamente al bebé.

6. Propician deformaciones

75% de las mujeres que usan zapatos altos todos los días desarrollan juanetes, artritis en el dedo gordo, callos y verrugas plantares, afirma Pedro Cosculluela, cirujano ortopédico del Hospital Metodista en Houston.

La mejor opción

No están prohibidos, sin embargo, debes seguir las recomendaciones de la Society of Chiropodists and Podiatrists para que tus pies estén sanos en el embarazo y además cuides la salud de tu bebé.

• Usa calzado cómodo, con punta redonda y tacón bajo, de ser posible que tengan correa. Asegúrate de que entre el dedo más largo y la punta del zapato exista 1cm de distancia.
• Elige una altura de tacón de 3cm, ya que así se desplazará el peso hacia tus dedos y disminuirá los malestares.
• Utiliza tacones altos sólo en ocasiones especiales y de ser posible no camines mucho con ellos.

Pese a todos los riesgos, un estudio de la misma institución encontró que 32% de las mujeres embarazadas usan tacones altos.

El consumo de ácido fólico es básico durante el embarazo, no sólo para prevenir defectos congénitos en el feto sino para que la mamá pueda metabolizar correctamente el hierro y reducir la presencia de anemia, señala el médico Zigor Campos Goneaga.

El ginecólogo y obstetra, con subespecialidad en Medicina Perinatal, manifiesta que esta anemia, llamada dilucional, se presenta en todas las mujeres embarazadas debido a todos los cambios que se registran en su organismo. La anemia dilucional se genera porque “el volumen de sangre circulante aumenta de litro y medio a dos litros, como una cuestión preventiva y natural para el momento del parto, en caso de que se presente algún sangrado o una hemorragia”, afirma el doctor.

¡Debes mantenerte alerta! En el siguiente artículo te damos 6 signos y síntomas de alarma durante el embarazo.

Alimentación en el embarazo

“La embarazada debe ingerir alimentos varias veces al día. Lo ideal es repartir la dieta en cinco o seis tomas al día”, destaca el miembro activo del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia (COMEGO).

Lo más crítico son los episodios de la noche, donde una embarazada puede pasar más de ocho horas sin ingerir alimento, lo que genera un descenso en los niveles de glucosa. Por ello, se recomienda que antes de dormir coma alguna fruta, yogur o una especie de colación.

Campos Goneaga detalla que en la ingesta de alimentos no existe ninguna prohibición específica; sin embargo, hay que disminuir los riesgos; es decir, evitar los que corran el riesgo de descomponerse rápidamente.

Además, se deben moderar aquellos alimentos que puedan generar malestares como agruras o gastritis. A continuación te damos una serie de recomendaciones para cuidar tu gastritis durante el embarazo.

Y tú, ¿qué mitos has escuchado sobre la alimentación en el embarazo?

Debemos recordar que durante el embarazo no sólo el cuerpo cambia. De acuerdo a un estudio de la Universidad de Carolina del Norte, un tercio de las mujeres que están embarazadas experimentan algún tipo de depresión incluso antes de dar a luz. Esto puede ir desde llanto frecuente hasta pensamientos suicidas.

Comúnmente se cree que esta alteración en la salud emocional se origina por una disminución en los niveles hormonales, pero la investigación publicada en The Lancet Psychiatry sugiere que la causa se relaciona con problemas en el sistema inmunológico; por ejemplo, el desarrollo de diabetes gestacional.

¿Qué cambios puedes esperar en el embarazo?

La ginecóloga y obstetra Julie Salomón Kuri te lo explica en el siguiente video. ¡Prepárate!

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Durante el embarazo se pueden presentar otras alteraciones en la salud mental:

1. Te sientes más estresada. De acuerdo con March of Dimes Foundation esto se debe a las náuseas, estreñimiento o dolor de espalda, frecuentes en el embarazo; cambios hormonales que dificultan el control emocional, así como preocupaciones económicas, laborales y de pareja.
2. Ansiedad. Ésta constituye uno de los problemas mentales más frecuentes durante el embarazo. Afecta a 10 de cada 100 mujeres embarazadas, señala la Royal College of Psychiatrists.
3. Maternity blues (melancolía del embarazo). Lo sufre aproximadamente el 50% de las mujeres. Se caracteriza por inestabilidad emocional, confusión, irritabilidad, llanto. Se da con mayor intensidad entre el tercer y cuarto día después del parto y tiene una duración breve.

Tomar la decisión de tener un hijo es trascendental. Se trata de decidir que tu corazón caminará siempre fuera de tu cuerpo. Elisabeth Stone.

¿Sabías que existen varios tipos de depresión posparto? Da clic aquí para conocerlos. 

Durante el embarazo y la lactancia no puedes tomar antidepresivos, pero la terapia es una alternativa que puede ayudarte a controlar estos problemas. ¡No les tengas miedo! Es normal y natural, no eres la única.

Durante el embarazo, entre 40 y 50% de las mujeres sufren de caída de cabello, pérdida de brillo y engrosamiento. Estos efectos son temporales, ya que después del parto todo vuelve a la normalidad, sin embargo, es muy importante que le des a tu cabello los cuidados que se merece durante toda la gestación.

The American Pregnancy Association explica que el periodo más común de pérdida de cabello se produce alrededor de los tres meses de embarazo a causa de cambios hormonales. “Después de tres a cuatro meses del parto, las hormonas vuelven a los niveles normales, lo que permite que el cabello vuelva a su ciclo natural”, comenta.

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A continuación, te damos algunos cuidados que podrás seguir para tener un cabello más sano y reducir su caída durante el embarazo o después del parto.

1. Evita hacerte colas de cabello o trenzas apretadas, ya que la presión puede acelerar la pérdida de cabello.
2. Come muchas frutas y verduras porque proporcionan antioxidantes. Éstas fortalecen tus folículos y estimulan el crecimiento. Prueba las fresas, arándanos, lechuga y espinacas.
3. Lava tu cabello con champú y acondicionador con biotina y sílice. Evita los productos que contengan sulfatos. Este compuesto acaba con los aceites naturales de tu cabello, lo que ocasiona resequedad, irrita el cuero cabelludo y elimina la queratina.
4. Cuando tu cabello está mojado es más frágil. Por ello, evita cepillarlo con peines de cerdas sintéticas y prefiere las naturales. Una opción son las de pelo de jabalí, sus puntas redondas evitan que tus puntas se abran.
5. Si necesitas usar secadores, tenazas, planchas o cualquier instrumento para el cabello que emplee calor, elige la opción de aire frío.
6. Complementa tu dieta con vitaminas del complejo B, C, E y zinc. Son seguras cuando la dosis no supera la cantidad diaria recomendada, para mayor seguridad coméntalo con tu ginecólogo.
7. Evita lavarlo con agua caliente porque sobreestimulas las glándulas sebáceas que hacen que tu cabellera luzca seca y opaca. Para mantener su brillo, utiliza agua a temperatura normal y enjuágala con fría.

Te damos 5 tips para cuidar tu cuerpo antes y después del embarazo. 

Si quieres aplicar algún tratamiento, The American Pregnancy Association explica que generalmente son seguros, aunque recomienda productos naturales o vegetales puros.

En cualquier caso, la opción más segura es esperar por lo menos después del primer trimestre o hasta después del embarazo para aplicar tintes o tratamientos.

Especialistas de Mayo Clinic explican que el dolor vaginal, el estrés y el cansancio son causas comunes que impiden retomar la vida sexual tras el embarazo.

Sea que hayas dado a luz por vía vaginal o por cesárea, tu cuerpo necesita tiempo para recuperarse. Por ello, es recomendable esperar de 4 a 6 semanas antes de tener sexo con tu pareja. Esto da tiempo para que cierre el cuello del útero.

Si quieres retomar tu vida sexual después de dar a luz, te recomendamos algunas acciones que puedes seguir para disfrutar de estos momentos con tu pareja.

1. Aumenta los besos y caricias

Los cambios hormonales pueden ocasionar sequedad vaginal, sobre todo si estas en periodo de lactancia. Para reducir estas molestias durante las relaciones sexuales, toma las cosas con calma.

Puedes comenzar con abrazos, besos y masajes. Pídele a tu pareja que aumente gradualmente la intensidad de la estimulación.

2. Realiza ejercicios de Kegel

Es normal después de un parto disminuya el tono muscular de la vagina. Esto influye en tu placer, ya que reduce la fricción durante el sexo e impacta en tu excitación.

Aunque este efecto es temporal, puedes tonificar tus músculos del suelo pélvico con ejercicios de Kegel. Apriétalos como si intentarás detener la orina. Hazlo por cinco segundos, cinco veces seguidas. Después de dos días, haz tres series de 10 repeticiones al día.

3. Cambia tus horarios

El cuidado de un recién nacido es cansado y hasta estresante. Si te sientes demasiado fatigada para tener relaciones sexuales antes de dormite, cambia tus horarios y coméntalo con tu pareja.

Considera la posibilidad de hacerlo en la mañana, mientras tu bebé duerme, o cuando él pasa tiempo con sus hermanos, padres o amigo de confianza.

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4. Recobra tu sensualidad

Es cierto que tras el parto tu cuerpo cambia y puedes sentirte mal emocionalmente, lo cual llega a provocar que no te sientas sexy. Si es el caso, comparte tus preocupaciones con tu pareja e intenta retomar tu erotismo hasta que estés lista.

Para mantener cercanía con tu pareja, podrían pasar más tiempo juntos aunque sea un par de minutos en la mañana y después de que tu pequeño se quede dormido. Hablen más por teléfono o envíense mensajes durante el día. Busca otras formas de expresar afecto.

5. Evita distracciones

Para retomar la vida sexual es esencial que te concentres en el momento. Mantén tu mente en lo que estás pasando con tu pareja. Date un respiro y evita preocuparte por las tareas domésticas que apagan tu erotismo.

6. Usa lubricantes

Si la resequedad vaginal es un problema, utiliza una crema o gel lubricante. También podrías probar diferentes posiciones para aliviar la presión sobre las áreas adoloridas y controlar la penetración. Dile a tu pareja qué posturas te hacen sentir bien y cuáles no. Si el dolor es intenso consulta a tu ginecólogo.

7. Únete a un grupo de apoyo

Si la comunicación con tu pareja no ayuda del todo para superar ciertos síntomas tras el embarazo (irritabilidad, fatiga, falta de alegría o motivación), quizá estás sufriendo depresión posparto. Busca atención médica, ya que el tratamiento oportuno puede acelerar la recuperación.

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Recuerda que cuidar tu salud también es una manera de mantener vivo tu deseo sexual.

“La razón podría ser que la nicotina provoca un retraso en el sistema nervioso central fetal, que controla los movimientos en general”, explica Nadja Reissland, responsable de la investigación.

Esta es una prueba más de los efectos negativos del consumo de tabaco en el embarazo y una medida para crear conciencia de la necesidad de dejar de fumar.

7 alternativas para abandonar este hábito

1. Terapia de reemplazo de nicotina. Se considera una alternativa para controlar el tabaquismo durante el embarazo y la lactancia. Antes de tomar en cuenta esta opción es fundamental que lo consultes con tu ginecólogo, sugiere la Agencia Nacional de Salud Preventiva de Australia.

2. Acupuntura. Este método ayuda a reducir la adicción a la nicotina, ya que puede tener un efecto placebo, y calma la ansiedad dando paso a la abstinencia. Es esencial hacerlo con médicos certificados y mencionarles que estás embarazada.

3. Distrae a tu mente. Cuando sientas la ansiedad por fumar un cigarro respira profundamente. Esto te relajará, te liberará de tensiones y despejará tu mente. Otra estrategia es hablar en ese momento con tu bebé para recordar la razón de abandonar este hábito.

4. Dejarlo gradualmente. Si te es difícil dejarlo de un día para otro, puedes dejar de fumar gradualmente hasta que sientas que puedes parar. Ayuda más cuando estableces un una fecha. Ten cuidado de no ceder a este impulso cuando estés bajo estrés o presión.

5. Grupo de apoyo. La asesoría de expertos o grupos de ayuda junto con un plan personalizado son estrategias efectivas para dejar de fumar. Incluso reportan beneficios para reducir los sentimientos de culpa y fracaso.

6. Actividad física. Mantenerte activa reduce los efectos secundarios de la abstinencia a la nicotina. Te hace sentir menos tensa e irritable. Realiza actividades como caminar, natación o yoga, siempre bajo la recomendación de tu ginecólogo.

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7. Comprende el riesgo. El tabaquismo tiene graves consecuencias en tu salud y la de tu bebé. Provoca parto prematuro y muerte infantil, además problemas del corazón, labio leporino, paladar hendido y otros defectos de nacimiento, dice la American Cancer Society.

¿Quieres conocer otros riesgos de fumar durante el embarazo? Da clic aquí.

El Consejo Americano de Ciencia y Salud afirma que el 50% de las mujeres que dejan de fumar durante el embarazo vuelven a hacerlo después de seis meses de haber dado a luz. Al año la cifra sube hasta 80%.

Son muchos los beneficios que ganas al eliminar esta adicción de tu vida. Cuando las futuras mamás dejan de fumar antes de los cuatro meses de embarazo, los riesgos para el bebé y las complicaciones reducen significativamente.

La mayoría de las futuras madres sueñan con tener hijos sanos física y mentalmente, pero existen mujeres que se exponen a ciertos riesgos por no comer bien durante la etapa de gestación.

De acuerdo con investigadores de la University of Maryland Medical Center, las mujeres embarazadas deben elevar su consumo de calorías, a través de la ingesta de alimentos saludables y nutritivos.

El principal objetivo de este cambio de los hábitos alimenticios es satisfacer las necesidades del feto, para que tenga un correcto desarrollo físico, mental y emocional.

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¡No te arriesgues!

Cuando las mujeres tienen una alimentación poco saludable durante el embarazo incrementan el riesgo de que su hijo tenga problemas de salud, no sólo al nacer, sino a largo plazo. Aquí te damos algunos ejemplos:

Además, una buena alimentación durante esta etapa es necesaria para tu hijo y para ti, porque favoreces una cicatrización rápida y previenes enfermedades, como la anemia o infecciones después del parto.

Recuerda que los nutrientes básicos para evitar que tu hijo nazca con bajo peso al nacer o tengas un parto prematuro son las proteínas, el calcio, el hierro y el ácido fólico. También puedes ingerirlos si planeas embarazarte pronto.

¿Quieres saber cuáles son los riesgos de fumar durante el embarazo? Da clic aquí.

Durante el viaje

1. Lo primero que debes tomar en cuenta es el tiempo de gestación, si te encuentras en el primer trimestre o después del séptimo mes, no debes viajar. Durante estos periodos pueden ocurrir algunos problemas, como sangrado y contracciones.
2. El tiempo restante puedes viajar con tranquilidad utilizando cualquier medio de transporte.
3. Si te vas a trasladar por carretera procura realizar varias paradas, para que puedas orinar constantemente y no se hinchen tus piernas; de hecho, se recomienda tomar agua y jugo en estos trayectos para que los riñones trabajen mejor y eliminen fácilmente los líquidos retenidos.
4. Al llegar al aeropuerto debes avisar que estás embarazada, si aún no se te nota, para que no pases por los rayos X (aunque pocos aeropuertos lo tienen, es mejor prevenir).

En la playa

1. No debes exponerte al sol por tiempos prolongados, ya que algunas áreas del cuerpo se ponen más oscuras que otras, la piel es muy sensible y se mancha fácilmente. Aunque permanezcas en la sombra no olvides el protector solar.
2. Si quieres dar una caminata se recomienda hacerla sólo a horas muy tempranas de la mañana o tarde, en el ocaso. Camina por arena firme (cerca de la orilla) y no en arena seca, ya que demanda un esfuerzo mayor y es posible que tu pancita se contraiga. Detente a descansar cada vez que sientas que lo necesitas.
3. Sí puedes nadar en la alberca y disfrutar del mar, aunque debes mantenerte alejada de las áreas con muchas olas, ya que podrían golpearte o revolcarte. No se recomienda nadar en donde no puedas estar de pie.
4. No por estar descansando se vale comer de más. Es importante que sigas la dieta que tu ginecólogo te recomiende para evitar el aumento de peso.
5. Subirse al jetskie, paracaídas, banana, cuatrimoto o a un caballo, queda prohibido durante cualquier etapa.
6. Es importante evitar estar sentada por periodos prolongados.

Alcohol y más placeres

1. Con respecto al alcohol, se permite una copa de vino blanco o tinto, o una cerveza una vez por semana. Para saber más sobre este tema, da clic aquí.
2. Es importante que trates de evitar asistir a lugares cerrados donde se fuma.

Otros cuidados básicos

1. Si quieres teñirte el pelo puedes hacerlo con una solución que no contenga peróxido. Usa sustancias menos agresivas, como tintes vegetales o henna.
2. Sólo ingiere alimentos que tengas la seguridad que han sido bien refrigerados y cuando tomes agua, cerciórate de que sea potable.
3. Tener relaciones sexuales durante el embarazo es seguro y recomendado.

Lo más importante a la hora de elegir el destino es que donde vayas haya asistencia médica de fácil acceso.

¿Quieres conocer más cuidados que debes tener durante tu embarazo? Da clic aquí. 

No obstante, existen algunos consejos, que puedes poner en práctica para tener un embarazo tranquilo y saludable, señala Jessica Marcus, dietista de Brooklyn, y colaboradora en la Academy of Nutrition and Dietetics. La especialista explica que todas las mujeres experimentan de forma diferente los síntomas; es decir, no todas tienen los mismos o la intensidad de estos también puede variar entre cada mujer.

¡No te preocupes! Los siguientes consejos te ayudarán a disfrutar más tu embarazo y enfocar tu atención a los preparativos de la llegada de tu bebé, para brindarle una mejor calidad de vida.

¡Acaba con las náuseas!

• Consume porciones pequeñas de comida, de forma frecuente, así mantienes controlados los niveles de azúcar en la sangre.
•  No olvides beber, por lo menos, dos litros de agua al día, para mantenerte hidratada y que tu cuerpo funcione correctamente.
• Las náuseas y vómitos son comunes durante los tres primeros meses de gestación, pero si continúan, no dudes en visitar a tu médico para que te brinde un tratamiento adecuado.

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¡Adiós flatulencias, inflamación y estreñimiento!

• En tu alimentación incluye fibra que proviene de granos enteros, frutas y verduras. Evita la ingesta de frijoles y otros alimentos que favorecen la producción de gases.
•  Realizar ejercicios de bajo impacto, como caminar, te ayudará a  tener una buena digestión.

Reduce la acidez y la indigestión

• Evita el consumo de alimentos picantes o ácidos.
• Trata de mantenerte activa tres horas después de comer, si te acuestas, es más fácil que presentes estos síntomas.

¿Estás embarazada y tienes gastritis? Da clic aquí. 

Una alimentación balanceada y la práctica de ejercicio de bajo impacto durante el embarazo, son las claves para reducir la presencia de malestares, al mismo tiempo que le ayudas a tu hijo a tener un desarrollo físico y mental adecuado.