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La gran mayoría de las mujeres no tenemos ningún impedimento para amamantar a nuestros bebés. Sin embargo, hay un pequeño porcentaje de mamás (aproximadamente el 2%) que tienen algún problema que les impide hacerlo. A continuación te compartimos las pocas situaciones en las que no debes amamantar a tu bebé:
- Si tuviste algún tipo de cirugía o herida en los pechos, que haya causado que las glándulas productoras de leche o los ductos que la cargan se hayan lastimado o cortado.
- Estás tan enferma que no tienes la fuerza o la energía necesaria para darle de comer a tu hijo.
- Estás tomando medicamentos que se pueden transmitir a tu bebé a través de la leche y hacerle daño. Para saber esto con precisión, te sugerimos siempre consultar a tu médico antes de consumir algún medicamento durante la lactancia materna. Puedes continuar amamantando una vez que termine tu tratamiento, mientras tanto alimenta a tu bebé con leche materna extraída antes de empezar a tomar el medicamento o con fórmula. Si planeas seguir amamantando después del tratamiento, deberás seguirte extrayendo leche de modo regular para no perder la producción. Asegúrate de tirar a la basura la leche contaminada. Una vez que termine tu tratamiento y que el medicamento ya no esté dentro de tu sistema, puedes volver a amamantar a tu bebé. Te recomendamos leer el artículo: ¿Cómo extraer la leche materna con extractor?
- Tienes adicción a las drogas o al alcohol.
- Tienes muy poco tejido en las glándulas mamarias y no logras producir suficiente leche. Es importante destacar que únicamente 1% de las mujeres sufren de esta condición. Si tienes una producción muy baja de leche, te recomendamos que leas este artículo. Además, te sugerimos que consultes a un especialista en lactancia para que te acompañe y asesore en todo el proceso.
Debes saber que la mayoría de las mujeres podemos amamantar, simplemente requerimos de información y ayuda para lograrlo. Si no te sale suficiente leche, no te des por vencida, en vez busca ayuda con un consultor o un grupo de lactancia. La mayoría de la mamás que logran sus metas de lactancia, lo hacen con información, guía y apoyo.
