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Predicar con el ejemplo

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Los niños ven y se fijan en todo, esto es muy evidente para quienes tenemos hijos, o para quienes trabajan con niños, como las maestras de escuelitas y kinders. Para otros, puede ser algo que pasen por alto. Lo veo, por ejemplo, cuando mi hermana o algún amigo pregunta si tiene que dejar de decir malas palabras frente a mi hijo, o no. Claro que tiene que hacerlo, por lo menos hasta que Martín tenga edad para que yo le explique qué significan esas palabras y cuándo y dónde usarlas, al menos idealmente.

Y este es sólo un pequeño ejemplo. La verdad es que, desde que soy mamá constantemente me siento llamada a “ser una mejor persona” en todos los sentidos, por él, por mí y por toda mi familia. Todos los días intento verme desde afuera para intentar ver –con ojo crítico– cómo me comporto en el mundo por la sencilla razón que así es como mi hijo se comportará cuando crezca. “Predicar con el ejemplo” dicen por ahí y a decir verdad, esta frase nunca había tenido tanto sentido como ahora que la pienso dos veces antes de ponerme histérica cuando manejo, o más me vale respirar profundo cuando estoy al teléfono con alguna operadora de tarjeta de crédito o banco. Sé que mi hijo me está viendo y está absorbiendo la manera en la que trato a las demás personas y en general, de cómo interactúo con el mundo: si cuido las plantas, si tiro basura y otras cosas del día a día.

No olvides leer: ¿Cómo educar a los hijos? Balancear disciplina y diversión.

8 cosas que intento en casa

  1. Saludarnos y sonreír.
  2. Ser amables con las personas que trabajan con nosotros, siempre.
  3. Decir cosas como “hoy es sábado y estamos contentos”, seguido de una gran sonrisa para que él vaya entendiendo las emociones también.
  4. Todos los días él ayuda a su nana o a alguno de sus papás a recoger sus juguetes.
  5. Cuando sacamos al perro, le pedimos que “ayude con la bolsita” y le explicamos que hay que recoger las heces.
  6. Al jugar con nuestro perro le pedimos que sea “con cariño” y “suavecito” al tiempo que nosotros lo acariciamos.
  7. Tratamos de comer juntos las veces que se pueda, para que él vaya aprendiendo algunos primeros modales, a comer con cubiertos, a usar servilleta y otros.
  8. Cuando su papá y yo tenemos alguna diferencia, intentamos no discutir, pelear o gritar enfrente de él y dejarlo para otro momento.

En fin, ¡qué tarea tan difícil es criar a los hijos! Ten en mente que TODO lo que hagas en presencia de tus hijos, será observado, evaluado y aprendido por ellos. Así que mejor de buenas y bien.

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Artemisa Padilla

Mamá

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Criar un hijo implica ser congruente con nuestros principios para acompañarlo, con todo nuestro amor, en la construcción de su propio ser.

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