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El parto prematuro es el nacimiento de un bebé entre las semanas 28 y 37 del embarazo. Existen otros tipos de partos que preceden al prematuro. El primero se conoce como el parto inmaduro y sucede en la semana 20 – 28 del embarazo. El segundo sucede antes de la semana 20 y se define como aborto natural.
En la mayoría de los casos en que se tiene un parto prematuro, existe la posibilidad de que el bebé no sobreviva. Lamentablemente, entre más pequeño nazca, incrementan las probabilidades de que el bebé tenga muchas dificultades y/o enfermedades, tales como: parálisis cerebral, retraso mental, problemas para aprender y de comportamiento, entre otros.
Lo mejor que puedes hacer, como mamá, para reducir el riesgo de un parto prematuro es cuidarte adecuadamente durante tu embarazo y acudir al médico cuando tengas alguna enfermedad o malestar.
Principales factores de riesgo prevenibles:
- Obesidad y diabetes.
- Consumir drogas en el embarazo.
- Consumir alcohol en el embarazo.
- Fumar en el embarazo.
- Tomar medicamentos contraindicados para el embarazo. Por ello es tan importante nunca automedicarse.
- Abusar en la realización de actividades físicas (Vista nuestro artículo: ejercicio en el embarazo).
- Sufrir de violencia sexual, física y/o emocional.
- Tener hijos antes de los 17 años o después de los 35 años.
- Padecer enfermedades cardiacas y en vías urinarias.
Sin embargo, existen otras situaciones que también incrementan las probabilidades de tener un parto prematuro y que ocurren espontáneamente o sin una explicación clara.
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Factores difíciles de prevenir:
- Exceso de líquido amniótico.
- Partos prematuros previos.
- Desprendimiento de la placenta.
- Deformidad en el feto.
- Enfermedades relacionadas con el embarazo, como preeclampsia, eclampsia, entre otras.
- Embarazo de múltiples bebés.
Es importante recalcar que si las mamás padecen alguno de estos síntomas o enfermedades, no necesariamente significa que automáticamente tendrán un parto prematuro. Lo que debes hacer es estar atenta a algunos síntomas que indican la posibilidad de un parto prematuro. Estos se presentarían antes de tiempo y son: hemorragia vaginal, dolor de vientre, rotura de bolsa de agua, entre otras.
En este breve artículo te enumeramos las causas más comunes para tener un parto prematuro, pero lo más importante es que te cuides mucho durante el embarazo: que no fumes o tomes drogas, que te ejercites adecuadamente, que duermas, te relajes y comas una dieta balanceada y diversa. También, es muy importante acudir con el ginecólogo para que te asesore al inicio y durante todo tu embarazo. Estas visitas habituales te servirán para asegurarte de que tu embarazo esté progresando de modo saludable.
¡Cuídate!
