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Las cosas que más me costaron durante el primer año de mi hijo

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Cuando pienso en mi hijo, todo es maravilloso; puros sentimientos de inmenso amor, de protección, de felicidad. Pero ¡ojo! no todo fue color de rosa durante el primer año de vida de Martín. Conste que no pretendo asustar a las futuras mamás, sino a la distancia, compartir mi experiencia. Estas son las cosas que más me costaron trabajo:

  1. Cargarlo todo el día. En otro artículo escribí sobre los dolores de espalda y siempre digo, “no es lo mismo cargar cero kilos a de pronto cargar 3.640 kilos, y luego rápidamente 5, 6 y hasta 10 kilos”. Casi no usaba mecedoras o cunitas porque no me acomodé con ellas. La mayor parte del tiempo lo tenía cargando, así que hacer cualquier cosa era prácticamente imposible. Intenté con un fular y él nunca se acomodó. Les gustará saber que poco a poco fue dejando los brazos y haciéndose más independiente para rodarse, sentarse, gatear y finalmente, caminar.
  2. Cambiar tantos pañales. ¡No sé como haya sido para otras mamás, pero a mi me afectó mucho tener que cambiar taaantos! Sobre todo cuando son muy chiquitos y prácticamente hay que cambiarlos a cada minuto y no hay mucho que pueda hacerse al respecto (y esto incluye hacerlo todas las noches).
  3. La recuperación física. No hablo únicamente de la recuperación de la cesárea porque me fue bastante bien, sino de la recuperación física de la bomba hormonal que es el embarazo, aunado al cansancio acumulado normal. Todos los cambios por los que pasé como: alteración de humor, caída impresionante de pelo, el peso extra y otros, no fueron nada fáciles de atravesar. En mi caso, además, tuve que sumarle un extraño caso de dolor extremo en mis articulaciones, que por cierto, sigue sin diagnóstico.
  4. Soltar. Sí, me costó ver y saber que no podía ocuparme de todo, que no pasa nada si hay un día o toda la semana en que no se puede tender la cama, o si se habían acumulado algunos trastes en la cocina. Si tú estás en lo mismo, te recomiendo buscar ayuda sin pena en las primeras semanas. Es importante apoyarnos en nuestra pareja, mamá, amigas, hermanos y hermanas o tías que puedan ayudarnos. Y un tip: ¡tu casa y sus dinámicas nunca serán iguales con un bebé!

Tal vez habrá algunos días que parezcan más largos que otros, ¡pero definitivamente todo vale la pena cuando tienes a tu bebé en tus brazos!

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Artemisa Padilla

Mamá

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Criar un hijo implica ser congruente con nuestros principios para acompañarlo, con todo nuestro amor, en la construcción de su propio ser.

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