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Dolor al amamantar

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Stefano Leotta/Flickr Stefano Leotta/Flickr

“La lactancia materna sana y bien implementada no debería traerte dolor.”  ¡Esto es un mito!

La lactancia debe ser una actividad bastante placentera para ti y para tu bebé. Desafortunadamente, este no siempre es el caso y muchas mamás sienten un intenso dolor al amamantar, pero esto generalmente se debe a que no lo están haciendo con la técnica adecuada.

Durante los primeros días después del parto, sentir dolor de senos es normal

Durante los primeros días después del parto, sentir dolor de senos es normal, pues no estás acostumbrada al jaloneo y la succión que hace tu bebé. Por lo tanto, no te preocupes si amamantar te duele o incomoda en las primeras semanas. Es posible que sientas dolor únicamente en los primeros minutos de cada sesión, o que lo sientas durante toda la sesión. Incluso puedes sentir que se te irritan los pechos después de amamantar (ver artículo sobre como cuidar  tus pechos). La buena noticia es que tu cuerpo eventualmente se acostumbrará y poco a poco el dolor irá disminuyendo hasta desaparecer, pues amamantar es algo que tanto tú como tu bebé tienen que aprender a hacer de manera correcta.

A continuación te damos unos tips para prevenir el dolor al amamantar:

  • Asegúrate de tener un buen agarre y una buena posición al amamantar. Para lograr esto, te recomendamos que leas estos artículos sobre el agarre y posicionamiento y que veas este video explicativos.
  • Amamanta cada vez que tu bebé te lo pida y hasta que quede saciado.
  • Rompe la succión de tu bebé antes de desprenderlo de tu pecho. Para hacer esto, simplemente debes insertar tu dedo entre tu pecho y la boca de tu bebé y soltar la presión que se ha creado. Si no haces esto, se pueden lastimar mucho tus pechos.
  • En los primeros días, intenta cambiar de pecho cada 10-15 minutos para que tus pechos se vayan acostumbrando a la lactancia. Una vez que estén acostumbrados, amamanta hasta que se vacíe cada pecho.
  • Aplica una crema de lanolina sobre tus pechos después de cada sesión de lactancia. Esta ayudará a mantenerlos humectados y a prevenir grietas.
  • También te recomendamos aplicar un poco de leche materna sobre tus pechos después de amamantar. La leche materna tiene propiedades curativas que pueden ayudar a prevenir y curar pezones agrietados.
  • Intenta que tus pechos estén ventilados y secos cuando no estés amamantando.
  • Lava tus pechos con agua o con jabón neutro y no coloques ningún otro perfume o crema que los pueda resecar e irritar.

No obstante, si ya intentaste todo esto y el dolor perdura, te sugerimos contactar a un especialista en la lactancia materna para que te ayude a solucionar el problema. Por último, existen situaciones muy particulares, como el frenillo lingual corto, que pueden hacer que el proceso de la lactancia sea difícil. Si tu bebé nació con esta complicación, es importante que lo lleves con su pediatra para que pueda corregirla. Esto también mejorará el problema de lactancia.

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