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Desarrollo emocional: Enseña a tu bebé la expresión de sentimientos y emociones

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desarrollo emocional, expresion de sentimientos y emociones Fuente: 123rf.com

Naturalmente, las emociones existen y están presentes en todas las personas. Es normal y saludable sentirlas y expresarlas. Por este motivo, te recomendamos que no recurras a la represión de las emociones de tu bebé como método para que tenga un “buen” comportamiento. Evita usar frases como: “No te enojes, nadie te va a querer así”, “Llorar es para débiles (o “para niñas” en caso de que tu bebé sea niño)”, “¡Qué escandaloso eres, vas a molestar a las personas, no te rías tan fuerte!”.

Por otro lado, tampoco es saludable que permitas que tu bebé le dé rienda suelta a las acciones que derivan de sus emociones. Especialmente si lo hace sin pensar en las consecuencias que estas pueden traer. Es decir, no está bien que si se enoja, haga un berrinche gigantesco o golpee a su hermano; tampoco que si tiene miedo de algo, deje de hacer las cosas y nunca los supere, ni que se burle de alguien en la calle. Es importante enseñarle a tu bebé que existen límites a la hora de expresar sus emociones.

Probablemente te sientas un poco confundida con lo que acabas de leer: ¿Qué puedes hacer si no debes reprimir a tu bebé, pero tampoco debes permitir que sus emociones se extralimiten? Nuestros consejos prácticos son que:

1. Debes entender que las emociones expresan una realidad o una necesidad interna. Por ejemplo, si tu bebé está feliz, es porque en ese momento todas sus necesidades están cubiertas y se siente bien consigo mismo. En cambio, si está enojado es porque algo puede estar molestando su realidad interna. Tal vez él quiere comer chocolates a la hora de la comida y se enoja por no poder hacer lo que él quiere.

2. Ahora que ya sabes que tu bebé está expresando una necesidad interna, la mejor manera de ayudarle a manejar sus emociones es apoyándolo para que pueda expresar su realidad actual: “Estoy feliz porque no tengo hambre”, “Estoy triste porque me siento solo”.

3. Ya que juntos identificaron lo que a tu bebé le sucede, puedes imaginar qué puedes hacer tú, para contribuir a que sus emociones sean positivas. No significa que la acción deba ser tuya, puede ser que tu bebé solo necesite una guía. Por ejemplo, si tiene hambre, le puedes sugerir que se coma una fruta.

En caso de que tu bebé tenga una emoción positiva, déjala fluir mientras no lastime a nadie. En caso de que la consideres negativa, trata de conducir esa fuerza hacia algo positivo, no la bloquees, ni dejes que explote; en lugar de eso, enséñale a que la exprese verbalmente, sin acciones negativas, hasta que termine desvaneciéndose  por si sola. Por ejemplo, primero pregúntale por qué está enojado, después explícale: “Entiendo que estés enojado porque tomó tus juguetes (le explicas que está bien sentirlo), pero no está bien que le pegues a tu hermano(le explicas que no está bien actuar negativamente por una emoción), te dejaré aquí hasta que te tranquilices (le aplicas la regla hacia este comportamiento, le muestras el límite o lo ayudas a encontrar la solución)”. Te recomendamos el siguiente artículo que incluye algunas estrategias para ayudarlo a autorregularse.

Hazle entender que está bien sentir emociones, incluso si son negativas, pero siempre debe expresarlas correctamente y nunca recurrir a la violencia. En caso de que a tu bebé parezca no importarle lo que le estás diciendo, deja que se tranquilice por si solo y después habla con él al respecto, sin reproches y siempre demostrando que estás allí para ayudarlo a sentirse mejor. Una vez hablado el tema, no vuelvas a mencionarlo.

Hazle entender que está bien sentir emociones, incluso si son negativas, pero siempre debe expresarlas correctamente y nunca recurrir a la violencia.

Ayudar a que tu bebé exprese correctamente sus emociones no es tarea fácil, por eso te recomendamos el artículo “Estimulación temprana emocional”, donde podrás encontrar más ideas para contribuir a su desarrollo emocional.

¡Te deseamos mucha suerte!

*Este artículo está inspirado en la conferencia “Las  neurociencias – Cómo impacta el afecto en el desarrollo” de Ana Serrano.

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