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De vuelta al trabajo: Tips para elegir quién va a cuidar a tu bebé desde la crianza con apego

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de vuelta al trabajo, crianza con apego Fuente: 123rf.com

Sabemos que cuando se acerca el momento de estar de vuelta al trabajo, tu principal preocupación como mamá es: “¿quién va a cuidar a mi bebé?”. Podrás tener muchas opciones en mente, e incluso recibirás diversas opiniones de quienes te rodean, pero al final, la decisión que tomes será la que creas mejor para cubrir las necesidades de tu bebé y las tuyas.

Es por esto que al momento de elegir el tipo de cuidado que quieres para tu bebé, te sugerimos tomar en cuenta los siguientes tips:

  1. Cuando tengas la opción, elige siempre que a tu bebé lo cuiden familiares. Para la abuela, la tía o la madrina, tu bebé es un individuo con necesidades específicas y conocerlo a profundidad es una labor de amor. Él podrá establecer vínculos cercanos sin que haya posibilidad de que su cuidadora repentinamente renuncie o la cambien de salón. Finalmente, a diferencia de las guarderías, es muy probable que tu mamá reciba a su nieto aún con fiebre o un poco enfermo.
  2. La constancia es la clave. En caso de que le sea imposible a uno o dos familiares comprometerse a diario con el cuidado de tu bebé, es preferible buscar una guardería, a tener todos los días la incertidumbre de quién lo va a cuidar.
  3. Procura que tu bebé pase el menor tiempo posible en la guardería. Busca opciones como trabajar algunas horas desde tu casa, trabajar durante la hora de la comida para salir antes u horarios escalonados con tu esposo. Igualmente puedes buscar a algún un familiar que se comprometa a sacarlo antes de la guardería y cuidarlo mientras tú te desocupas.
  4. Busca guarderías con el menor número posible de niños por cuidadora. El número ideal para el primer año es de 3 niños por cuidadora.
  5. Pregunta a los directores sobre sus índices de rotación de personal. Si puedes, pregunta directamente a las cuidadoras cuánto tiempo han estado en este puesto; recuerda que van a ser las figuras de apego secundarias de tu bebé, y deben ser lo más constantes posibles. También es importante conocer su formación profesional y sus certificaciones.
  6. Busca guarderías en las que las cuidadoras no cambien de grupo mientras los niños crecen (al menos hasta los 14 meses). Es especialmente importante que entre los 8 y los 14 meses no cambien de cuidadora, ya que es la edad pico para la angustia de separación.
  7. Observa detenidamente a las cuidadoras interactuando con los bebés en diferentes momentos del día. Nota si hacen contacto visual con los bebés, si platican con ellos, juegan y los tocan con suavidad. Evita guarderías en las que las cuidadoras le den a los bebés cuidados fríos y mecánicos.
  8. Pregunta sobre la posibilidad de que alguna de las cuidadoras sea asignada específicamente a tu bebé. Si hay varias cuidadoras dentro de un grupo, pide si es posible que una esté con tu bebé siempre que llore o se sienta mal.
  9. Verifica que las políticas de llanto, comida y sueño vayan de acuerdo con tu filosofía de maternidad. Esto lo puedes hacer mediante preguntas extensivas, por ejemplo: ¿Qué hacen cuando llora un bebé?, ¿Cómo lo tranquilizan?, ¿Cómo acuestan a los bebés a dormir la siesta?, ¿Qué pasa si se resisten?, ¿Tienen espacios disponibles para guardar y descongelar leche materna o para que tú te extraigas la leche? En caso de que sus políticas no coincidan con tu filosofía, puedes indicar cómo quieres que traten a tu bebé y llegar a un acuerdo con la institución.
  10. Pregunta en qué medida se establecen rutinas individuales de acuerdo a las necesidades de cada bebé. Este aspecto es especialmente importante para los primeros meses de vida.
  11. Busca lugares con horarios flexibles. Es importante que estos se adapten a tus necesidades, pero que también tengan procedimientos de seguridad claramente establecidos.
  12. Revisa las políticas de enfermedad. Una política estricta que no permita la asistencia de niños un poco enfermos, puede ser un tanto complicada cuando tu bebé se enferma y tú necesitas ir a trabajar. Sin embargo, lo puede mantener mucho más sano a largo plazo.
  13. Al momento de observar las instalaciones busca:
  • Espacios muy limpios y ordenados. Baños alejados de la cocina, espacio para cambiar pañales y desecharlos higiénicamente.
  • Equipo de calidad, en buen estado y relativamente nuevo. Muchos productos para bebés que se fabricaban antiguamente contenían sustancias o piezas que hoy se sabe que son peligrosas o nocivas para la salud.
  • Juguetes ordenados, apropiados para la edad, enfocados en estimular distintas áreas y en buen estado (Juguetes para bebés ¿cómo elegirlos?).
  • Espacios completamente a prueba de bebés: enchufes eléctricos cubiertos, sustancias de limpieza totalmente fuera del alcance, ventanas reforzadas, esquinas tapadas, cordeles de cortinas y persianas totalmente fuera del alcance…
  • Algún espacio exterior, ya sea jardín o patio. La exposición a la luz del sol es importante para la salud y el desarrollo de los bebés y niños.
  • Medidas de protección civil claramente visibles: salidas de emergencia señalizadas, extintores, rutas de evacuación.
  • Cámaras grabando a las cuidadoras en todo momento (si te permiten acceder a ellas remotamente verifica qué procedimientos de seguridad tienen instalados).
  • Espacios para que los bebés gateadores y caminadores puedan cambiar de espacios y explorar.

La decisión es ciertamente compleja y finalmente el factor más importante es la tranquilidad con la que dejas a tu bebé en cualquier espacio, ya que tu estado de ánimo es el parámetro desde el que tu bebé conoce al mundo. ¡Una mamá tranquila le confirma al bebé que el espacio es seguro!

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