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Bullying entre mamás

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Bullying entre mamás Fuente: 123rf.com

Aunque criar a un bebé es una de las aventuras más bellas y gratificantes que existen, también es el reto más agotador y demandante. Además de esta carga, como mamás tenemos que soportar que la gente nos bombardee con comentarios aparentemente inocuos, pero que en realidad nos hacen sentir tristes, culpables o juzgadas. Aunque no lo creas, cada vez que alguien te hace sentir mal, te está convirtiendo en víctima de bullying.

¿He sido víctima de bullying?

Si alguna vez te has sentido triste, culpable o juzgada por algún comentario de otra persona: otra mamá, algún amigo o familiar, has sido víctima del bullying. Si este es tu caso, te recomendamos que intentes silenciar las voces negativas que te rodean. Si son amigos o familiares cercanos, explícales como te sientes cada vez que dicen algo negativo y pídeles que por favor paren. Si son extraños, intenta no tomarte sus comentarios de modo personal y en lugar de eso, simplemente aléjate de ellos.

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¿He hecho bullying a otras mamás?

Desafortunadamente, como mamás, muchas veces participamos en conversaciones que hacen que otra mamá se sienta mal. El bullying se define por cualquier acto que le cause daño físico o emocional a otra persona. Por lo tanto, cada vez que hacemos un comentario, criticamos o juzgamos a otra mamá y, en el proceso, la hacemos sentir mal, estamos siendo bullies.

Algunos ejemplos del bullying entre mamás:

  • Cada vez que comparamos a nuestros hijos con los de otra madre.
  • Cada vez que decimos un comentario negativo sobre el hijo/a de otra mamá.
  • Cada vez que chismeamos sobre otra mamá.
  • Cada vez que criticamos a otra mamá por trabajar o por quedarse en casa (sea cual sea su decisión).
  • Cada vez que juzgamos a otra mamá por amamantar en público.
  • Cada vez que hablamos de la importancia de amamantar con una mamá que no puede o quiere amamantar, con la intención de hacerla sentir equivocada.
  • Cada vez que decimos que un bebé tiene “mamitis”.
  • Cada vez que decimos que un bebé no tiene suficiente atención.
  • Cada vez que opinamos sobre las decisiones de crianza de otra mamá.
  • Cada vez que hablamos de un modo negativo sobre otra mamá o sus hijos.

Si quieres saber cómo lidiar con las diferentes opiniones sobre maternidad, te invitamos a dar clic aquí.

Es importante recordar que todas las mamás buscamos lo mejor para nuestros hijos y que el amor que sentimos por ellos es incondicional. A menos de que observemos que una mamá está siendo emocional o físicamente agresiva con su hijo, es importante que la respetemos y apoyemos del mismo modo que quisiéramos que ella nos respetará y apoyará.

Por lo tanto, cuanto sientas que algún chisme, sugerencia o critica se te escapa, intenta ponerte en el lugar de la otra mamá. En vez de decir algo que va a hacer que se sienta mal, intenta entenderla y, en vez, di algo que la haga sentir apoyada y querida. El trabajo de ser mamá es suficientemente difícil por si solo, como para que a parte nos sintamos juzgadas por la gente que nos rodea.

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