Fuente: flickr.com / Donnie Ray Jones
Hay muchas razones por las que los niños hacen berrinches. Entre más conozcas a tu bebé, mejor sabrás reconocer las situaciones que los generan en él. Sin embargo, hay algunos factores que desatan los berrinches y que son comunes entre la mayoría de los niños. A continuación te damos una lista de ideas y consejos para que puedas apoyar a tu bebé en el proceso de manejar su berrinche:
- Motiva a que tu hijo te diga como se siente, por ejemplo: “¿estás muy enojado(a)?”. Cuando te conteste, muéstrale que entiendes como se siente y sugiérele algunas palabras que puede usar para describir sus sentimientos.
- Pon límites razonables, sobre todo no esperes que tu bebé sea perfecto.
- Explícale las reglas que establezcas, asegúrate que no sean más de 3 o 4 y que estas estén relacionadas a su seguridad o salud. Si son demasiadas, simplemente no las podrán seguir de manera constante: ni tú, ni tu bebé. Una vez establecidas, no cambies las reglas y se consistente en hacer que se cumplan.
- Ten claro qué cosas sí le permitirás y cuáles no. Sé razonable. No digas sí a todo, ni no a todo.
- Sé constante con tus reglas. Si lo acostumbras a escuchar una respuesta y luego se la cambias, puede ser muy frustrante para tu bebé.
- Cuando la salud o la seguridad de tu hijo esté en riesgo, sé muy firme.
- Asegúrate de mantener una rutina diaria, en lo posible, para que tu hijo sepa que esperar cada día.
- Evita situaciones que puedan frustrar a tu bebé, como por ejemplo jugar con niños más grandes o con juguetes demasiado avanzados para su edad.
- Evita visitar lugares en donde tu hijo tenga que quedarse quieto o tenga que pasar mucho tiempo sin jugar. Cuando sea necesario hacer una visita a un lugar así, explícale que se tiene que comportar por un rato y después regresarán a la casa. También, lleva juguetes o libros para que se pueda entretener en este tiempo. Los niños pequeños no están diseñados para quedarse quietos y callados, así que trata de no forzarlo a que lo haga.
- Ten a la mano algo de comer y de beber, así como un cambio de ropa, para que tu bebé pueda satisfacer sus necesidades rápidamente. Así evitarás que llegue a ponerse de mal humor en caso de tener hambre, sed o de estar incómodo.
- Si sabes que tu bebé hace más berrinches cuando está cansado, intenta sacarlo de paseo cuando sepas que estará descansado (por ejemplo, después de una siesta).
- Distrae a tu hijo de las actividades que puedan llevarlo a un berrinche. A veces, algo tan simple como cambiar de lugar puede prevenir un berrinche.
- No cedas a peticiones que se hagan a través de un berrinche. Pide que haga la petición de manera clara y tranquila antes de aceptarla.
- Deja que tu hijo tome decisiones cada vez que sea posible. Por ejemplo, en el caso del baño (que no está sujeto a negociación) en lugar de preguntarle “¿quieres bañarte?”, simplemente anúnciale “¡es hora de bañarte!” y la decisión que le puedes dar es: “¿quieres desvestirte solo o que te ayude?” o “¿quieres subir solo o quieres que te cargue?”.
- Recuerda que del ejemplo se aprende. Pide las cosas en un tono de voz moderado y respeta a otras personas para que tu hijo te siga con el ejemplo. También habla con tu pareja y tus otros familiares para que le den este mismo ejemplo.
- No ocultes tu enojo, frustración o coraje. Está bien enojarse, lo que no es correcto es lastimar a otras personas, gritar o ser violentos. No hay emociones buenas, ni malas. Es importante saber manejarlas, expresarlas, ponerles nombre y aceptarlas. De este modo, no solo te estarás comunicando correctamente con tu hijo, sino que también le estarás dando el ejemplo correcto.
- Por último, sé paciente. Tu bebé apenas aprende a manejar sus emociones, por lo que le tomará mucho tiempo poder reaccionar tranquilamente. Tu rol es apoyarlo en este proceso.
Recuerda que el objetivo es que tu bebé aprenda a identificar lo que siente y a expresarlo correctamente.
Esperamos que todos estos consejos te ayuden para prevenir o disminuir la cantidad de berrinches que hace tu hijo. Da clic y descubre que puedes hacer cuando ya está haciendo el berrinche.
