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Bebés intolerantes a la lactosa

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Bebes intolerantes a la lactosa Tricia/Flickr

¿Crees que tu bebé es intolerante a la lactosa porque después de comer tiene gases, cólicos o diarrea? Esto es poco probable. En lugar de esto, es posible que tu bebé esté atravesando por una etapa pasajera de intolerancia hacia tu leche (llamada deficiencia funcional de lactasa) o que tenga una reacción alérgica a algún alimento que estás consumiendo.  Ambas condiciones se resuelven fácilmente y, con la ayuda de tu pediatra o consultor de lactancia, en muy poco tiempo tu bebé podrá tomar leche como cualquier otro. Para que entiendas más al respecto, aquí te explicamos lo que es la intolerancia a la lactosa, cuáles son sus signos y qué tan común es que los bebés sean intolerantes a la lactosa.

La intolerancia a la lactosa es la incapacidad que tiene el intestino delgado de digerir la lactosa, es decir los azúcares propios de la leche. Esta incapacidad se puede traducir en dolor de panza, exceso de gases, diarrea o vómito. La intolerancia a la lactosa casi nunca es grave en las personas adultas, porque sus síntomas son mucho menores al consumir productos lácteos.

Todas las leches contienen lactosa. La leche materna no es la excepción e incluso la contiene en grandes cantidades, lo que la hace tener un sabor muy dulce. Además, la lactosa es muy importante para el desarrollo de los bebés. Se ha encontrado que existe una relación entre la cantidad de lactosa que consumen los bebés y el tamaño del cerebro de las crías. Por ello se cree que entre más lactosa contenga la leche, el cerebro es más grande.

Aun con los efectos positivos de la lactosa, la intolerancia en los bebés –sobre todo si son recién nacidos— es un problema grave ya que la leche es su principal fuente de alimento durante los primeros meses. Es importante que sepas que si tu bebé es intolerante a la lactosa, deberás alimentarlo a base de fórmulas sin lactosa. La buena noticia es que la intolerancia a la lactosa es un problema bastante raro en los bebés, y solo la presentan aproximadamente 1 de cada 30,000 niños. Por lo que es poco probable que tu bebé sufra de esta condición.

La buena noticia es que la intolerancia a la lactosa es un problema bastante raro en los bebés, y solo la presentan aproximadamente 1 de cada 30,000 niños

En lugar de eso, existe una condición muy común en los bebés que se llama “deficiencia funcional de lactasa”. La lactasa es una enzima producida por el intestino delgado, necesaria para la digestión de la lactosa. Algunas veces esta enzima tarda en sintetizarse correctamente durante la infancia temprana. Esto quiere decir que es posible que el bebé no pueda digerir correctamente la leche materna en sus primeros días de vida. Este problema es más frecuente en bebés prematuros o bajos de peso y causa los síntomas de gases, cólicos, vómito o diarrea. La buena noticia es que esta condición es transitoria y con la asesoría del pediatra se puede solucionar con mayor rapidez. Si este es el caso de tu bebé, no es recomendable que lo dejes de amamantar; al contrario, tu leche le ayudará a ganar peso con lo que tendrá un mejor desarrollo de su sistema digestivo. Tranquila, si tu bebé no puede digerir totalmente tu leche, está en proceso de hacerlo y esto no significa que tenga intolerancia a la lactosa.

Si tu bebé no puede digerir totalmente tu leche, está en proceso de hacerlo y esto no significa que tenga intolerancia a la lactosa.

En otras ocasiones, la deficiencia funcional de lactasa es causada por alguna infección o enfermedad gastrointestinal por la que atraviesa el bebé. La suma de la enfermedad más el tratamiento con antibióticos, puede causar sensibilidad o irritación en su intestino. Si tu bebé presenta cólicos, vómito o diarrea después de una infección, debes saber que es muy normal que esto suceda. Pronto todo volverá a la normalidad, es decir que podrá digerir la leche cuando su sistema se regularice. Sin embargo, te recomendamos que te mantengas al tanto del avance de su salud con la ayuda de tu pediatra.

Te recomendamos leer: “Mi bebé no quiere pecho, ¿qué puede estar pasando?”

Por último, si tu bebé es mayor de un año y no había presentado molestias con la leche materna, pero ahora que has introducido la leche de vaca en su dieta ha comenzado a mostrar signos de intolerancia, es posible que tenga alguna alergia relacionada con la proteína de esta leche. Para averiguarlo, visita a tu médico y juntos determinen la dieta más adecuada para tu bebé. De cualquier forma, te sugerimos mantenerte tranquila, pues aunque la leche sigue siendo importante en su desarrollo, existen muchos alimentos que la pueden sustituir. Es más común que la intolerancia a la leche de vaca se empiece a manifestar después de los 3 años, y es más frecuente a medida de que las personas se vuelven mayores, pero también es cada vez más inofensiva.

¡Esperamos que esta información te ayude a nutrir mejor a tu bebé!

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