Y hoy, ¿Qué le preparaste a tu hijo de lunch?

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Después de ver en Internet las obras de arte que algunas mamás mandan a sus hijos y los menús tan sofisticados que preparan, casi me pongo a llorar cuando fue mi turno para empezar con esta odisea. ¡No es suficiente con pensar en el desayuno, la comida y la cena! Ahora hay que sumarle el lunch.

Yo no soy tan creativa, no le mando figuritas de animales (lo más que tengo son cortadores de galletas y de navidad). Tampoco hago arcoíris de vegetales, pero les puedo asegurar que trato de mandarle cosas nutritivas y con mucho amor. Mi hijo (de 3 años) sale feliz de casa, con su lonchera de “animales del mar” y con el menú que entre los dos preparamos y que está aprobado por mi más exigente comensal.

Quiero que tenga energía en la escuela, pero que también llegue con hambre a comer a su casa.

Al principio le mandaba mucha comida y por supuesto que se comía una cosa, o picaba poquito de todo y me regresaba la lonchera llena. Y no hay cosa más frustrante que ver todo intacto. ¿No le da hambre? ¿No le gustó? ¿Qué hago?

Después de analizar la dinámica de la primera semana, mi conclusión es: mandarle dos cosas únicamente. Su agua fresca: jamaica, limón, cebada, guayaba (básicamente la que esté preparada en casa), acompañada de dos alimentos.

Les comparto una lista de 10 ideas muy sencillas para mandarles a sus hijos:

Medio de sándwich de nutella con rodajas de plátano y un gelatina con fruta picada.
Quesadilla de maíz con jamón de pavo y manzana partida en gajos.
Medio sándwich de mantequilla de maní con mermelada y un yogurt.
Una granola con sandía picada.
Un taquito de frijol con queso y melón en pedacitos.
Medio sándwich de jamón de pavo con queso y durazno en gajos.
Cubitos de queso, rollitos de jamón y uvas.
Pancakes de avena con plátano (que hice en el desayuno) y un palito de queso o yogurt.
Fruta seca y un tubito de yogurt.
Una tortita de quinoa con brócoli (que hice de comer un día antes) y gelatina.

También incluyo en mi menú comida que preparé un día antes: pasta fría (ensalda de coditos), spaguetti, papitas fritas de camote, tortitas de atún, etc.

Y les estaría diciendo mentiras si no les digo que compro algunas cositas que me facilitan la vida. Sobre todo los viernes que ya se está acabando la semana o los lunes que mi refrigerador está vacío: granolas orgánicas, bolsas de fruta deshidratada, paquetitos de mezcla de nueces, etc.