Fuente: flickr.com / David Goehring
Aunque el embarazo es una experiencia maravillosa, trae consigo un conjunto de efectos secundarios no tan positivos. Entre estos se encuentra la aparición de varices en las piernas. Las molestas y temidas varices son venas dilatadas, causadas por la acumulación de sangre que suele ocurrir por la mala circulación.
Aunque este problema no es exclusivo del embarazo, en esta etapa estás más propensa a padecerlas. Existen múltiples factores que las causan, pero el principal y más influyente de todos es la carga genética. Por lo tanto, si las mujeres de tu familia presentaron varices durante sus embarazos, es muy probable que a ti también te salgan.
Otro factor importante para la generación de varices en el embarazo es el hormonal. Durante el embarazo produces mucha progesterona, hormona que causa la relajación de las paredes de los vasos sanguíneos, haciéndolos propensos a dilatarse. También, los cambios hormonales provocan la retención de líquidos, causando que tus extremidades se hinchen y complicando el transporte de sangre a través de tus venas.
El aumento de peso en el área abdominal también contribuye a la generación de varices. Asimismo, el crecimiento de tu útero ocasiona una presión en las venas de la zona pélvica, volviendo muy difícil el tránsito de la sangre que viaja de las piernas hacia el corazón. La sangre que pasa lentamente a través de las piernas se va acumulando y va dilatando los vasos sanguíneos. Por esta misma razón, las mujeres con sobrepeso suelen ser más propensas a la formación de varices.
La aparición de las varices en el embarazo es más común a partir del segundo trimestre y se incrementa a medida que avanzan los meses. Mientras que para algunas mujeres las varices son solo manchas azules, otras presentan protuberancias y hasta el rompimiento de sus vasos sanguíneos. La magnitud del problema dependerá tanto de tus cuidados como de tu predisposición genética.
Te recomendamos no tomar ningún medicamento para aliviar las molestias de las varices, en lugar de esto realiza algunos cambios en tu rutina para prevenir su aparición o el agravamiento del problema. De igual forma, te recomendamos visitar a tu médico para que te asesore sobre la prevención y el tratamiento de las varices durante el embarazo.
