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Los bebés son muy distintos unos de otros. Lo que a unos les resulta placentero, a otros no. De la misma manera, algunos son más tolerantes que otros a los cambios o a las nuevas experiencias. Un ejemplo claro es cuando se introducen los masajes a su rutina, mientras que a algunos bebés parece que les molesta que los toquen, otros lo disfrutan desde la primera vez.
Casi siempre que un bebé se incomoda por los masajes, se debe a que es más irritable de lo normal, es decir, que no es muy tolerante a los ruidos o a que haya mucha gente en la habitación. Sin embargo, los masajes son muy beneficiosos para este tipo de bebés, ya que los van preparando para ser más tolerantes y resistentes a los nuevos estímulos (la importancia de los masajes en los bebés).
Cuando tu bebé se sienta incómodo y trate de reclamarte el contacto, no sigas. Lo mejor será que te detengas por ese día y lo repitas al día siguiente. No se trata de que lo fuerces, sino de que se vaya acostumbrando a esta nueva rutina de manera cotidiana. Es importante que seas constante para que se habitúe al contacto, por eso te recomendamos masajearlo todos los días.
No olvides comunicarle en todo momento lo que vas a hacer para que no lo tomes por sorpresa, por ejemplo: “¡Ahora te voy a tocar tu pancita!”. Muéstrate cariñosa y contenta, de esta manera tu bebé se sentirá seguro y confiado ante la nueva experiencia. También te sugerimos que tú respires y te relajes antes de comenzar con el masaje: recuerda que todo se lo transmites a tu bebé. Así que si estás tranquila y relajada, tu bebé lo notará.
Te recomendamos empezar a masajear su cadera y sus piernitas, ya que es el contacto que más toleran los bebés. Empieza con 5 minutos, y día con día ve aumentando el tiempo de la rutina. Cuando ya se sienta cómodo con el masaje en las piernas, ve subiendo por su cuerpo y llega hasta su pancita. Así sucesivamente hasta llegar a su cabeza y sus brazos, para saber más visita nuestro artículo de Instrucciones para masajes para bebés.
No olvides respetar el ritmo de tu bebé. Si lo haces, él se irá abriendo a nuevas posibilidades y con el tiempo los dos podrán disfrutar de una rutina de masaje de cuerpo entero que les servirá para reforzar sus lazos afectivos y para fortalecer los músculos de tu bebé.
