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Las emociones en los niños frente a una hospitalización

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niños hospitalizados Fuente: 123rf.com

¿Sabías que frente a una hospitalización, las emociones en los niños varían según su etapa de desarrollo? Por ello, es muy importante que tú, como mamá, conozcas la etapa (cognitiva, motriz y emocional) por la que atraviesa tu hijo para que puedas acompañarlo y puedas conocer por qué se siente de cierta forma ante una situación en específico, como puede ser una hospitalización.

Te recomendamos leer: Tips para sobrevivir a la hospitalización de tu bebé enfermo (sin “morir” en el intento)

Cuando un niño se enfrenta a un evento inesperado (como un accidente, una cirugía o una hospitalización) experimenta ciertas emociones y reacciones, las cuales varían dependiendo de la edad que tenga. Asimismo, la percepción que pueda tener sobre lo que está sucediendo va a depender, además de su nivel de desarrollo, de su personalidad y de la vivencia que tú le transmitas.

A continuación te describo lo que puede sentir tu hijo/a ante una hospitalización, de acuerdo a su etapa de desarrollo:

a) Bebés de 0 a 1 año: necesitan la cercanía física de un adulto amoroso, cariñoso y que les dé contención, debido a que están en una etapa sensorial y de contacto. Es importante que si mamá o papá no pueden estar, exista un adulto que lo toque y lo cargue. Además, es recomendable ponerle música que pueda ayudarle a relajarse y sentirse tranquilo, hacerle masaje después de que tuvo algún evento de dolor, mantenerlo contenido por medio de cobijas, y explicarle con un tono de voz suave lo que está sucediendo.

b) Niños de 1 a 3 años: pueden presentar miedo a la separación y al abandono2  de su figura segura, que generalmente es la mamá o el papá. Sus conceptos están más relacionados con la fantasía que con la realidad, por lo que el pensamiento mágico está presente. Debido a que su vocabulario es distinto al de un adulto y su capacidad imaginativa es amplia, es importante que evites usar palabras que no puedan entender al explicarles lo que está pasando. Por ejemplo: si un niño escucha que le salió un “hematoma” puede imaginarse un sinfín de fantasías alrededor de lo que es y lo que le puede generar. Por ello, te recomendamos que utilices palabras sencillas que le ayuden a comprender la situación, sin generarle angustia.

c) Niños de 3 a 6 años: pueden presentar miedo al dolor corporal,2 pero suelen tener mayor tolerancia a la separación de sus padres. Tienen una mayor conciencia de su cuerpo, sin embargo, pueden interpretar la enfermedad o el accidente como un castigo por haber hecho algo mal. A esta edad es común que se rehúsen a los procedimientos médicos, pueden tener miedo al personal de salud, presentar periodos prolongados de llanto, rabia y desesperación por permanecer en el hospital. Te recomendamos siempre estar presente para recordarle que todo va a salir bien y que no tiene nada que temer, ya que pronto pasará todo.

d) Niños de 6 a 10 años: pueden presentar miedo por la naturaleza física de la enfermedad2 o el accidente. Debido a la importancia de las relaciones sociales en esta etapa, hay cierta preocupación por la separación de sus amigos. Perciben la enfermedad o el accidente como una causa externa, pero localizada en el cuerpo y pueden estar preocupados por su recuperación total. Cuestionan más lo que sucede y necesitan una explicación con mayor complejidad. A diferencia de las etapas anteriores, tienen una mayor habilidad para expresar verbalmente sus emociones, pensamientos y miedos. Además, ya existe una diferenciación entre la realidad y la fantasía. Es importante que tú respondas todas sus preguntas y escuches todos sus miedos y temores.

Todas estas reacciones pueden variar dependiendo de cada niño/a y de su contexto familiar, así como de las experiencias previas que han tenido.

Los niños poseen una habilidad natural que les permite darse cuenta de lo que sucede; observan agudamente su mundo físico y psicológico, lo que les da la oportunidad de saber, a partir de la mirada, la actitud y la forma en que les hablan los adultos y cuál es su estado de salud. 1

También te puede interesar: ¿Cómo influyen las emociones de los padres en el desarrollo emocional del niño de 0 a 2 años?

Cuando estés en el hospital evita:

  • Culpar al personal médico por lo que le hacen a tu hijo: “El “doctor malo” te picó”, “La enfermera no me dejó estar contigo”.
  • Amenazar a tu hijo con el personal médico: “Si no te tomas la medicina, le voy a hablar al doctor para que te inyecte”.
  • Amenazar a tu hijo con la pérdida de tu cariño o tu presencia: “Si no te dejas, me voy a ir”, “Si sigues llorando me voy a enojar”.
  • Culpar a tu hijo por la situación: “Como no me hiciste caso, te caíste”, “Por portarte mal, tuviste el accidente y ahora te deben operar”.

Es importante que sepas que existe el apoyo emocional hospitalario para ayudarte en este proceso. El personal del hospital te dará una atención personalizada dependiendo de tus necesidades. Es normal que si tu hijo tuvo una cirugía, accidente u hospitalización, tenga ciertas reacciones emocionales cuando regresen a casa. Algunos ejemplos pueden ser: irritabilidad, ansiedad, enojo, pesadillas, regresiones (se comporta como si fuera más pequeño de edad), tristeza, cambios conductuales, entre otros. Si notas que estos cambios persisten, es importante que busques a un especialista.

Para saber qué estrategias te pueden ayudar a sanar las emociones de tu hijo, da clic aquí

Bibliografía: 

  1. Soberón, G. Feinholz, D. (2008) Muerte Digna, una oportunidad real. Secretaría de Salud. Comisión Nacional de Bioética: México, D.F.
  2. Murillo Mauricio, Prada Ariel. (2006)Tratamientos psicosomáticos en el paciente con cáncer. [Electrónico] revista colombiana de psiquiatría, suplemento vol. XXXV.
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La salud es un fenómeno multidimensional, si atendemos a cada una de estas partes podemos lograr cierto equilibrio.

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