Así es, los primeros tres años de vida de tu bebé son sumamente importantes para ayudarlo a alcanzar su pleno desarrollo. Este incluye el desarrollo físico, el desarrollo de sus habilidades sociales, así como el desarrollo que comprende el ámbito cognitivo.

Cuando los niños son muy chicos, no percibimos muchas diferencias entre los pequeños que son estimulados y los que no. Sin embargo, a partir de los cinco años o del momento en que entran a la primaria, es cuando se hacen muy evidentes los diferentes niveles de desarrollo infantil.

Para ayudar al desarrollo integral de nuestros bebés, debemos cuidar que el entorno en el que se desenvuelvan sea estimulante. Hay muchas opciones para esto y el objetivo es que les ayude a mejorar sus habilidades y a que su cerebro tenga una mayor actividad.

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Como mamá, tienes la oportunidad de elegir un lugar en donde quieras que tu bebé desarrolle todas esas habilidades. Por ejemplo: puedes destinar un cuarto o una sala, o incluso solo una esquina de tu habitación. Procura que no tenga ángulos peligrosos ni objetos que puedan caerse y romperse; igualmente establece que este espacio sea libre de humo, de televisión, radio u otras distracciones constantes. Además, acondiciónalo con objetos estimulantes como juguetes, papeles de colores y objetos con diferentes texturas. Da clic aquí para conocer 4 ideas de estimulación temprana en casa. 

Para tener más información, acércate a los programas de atención para niños de 0 a 3 años que existen en tu comunidad. Es importante que usemos estos programas para nuestro beneficio y el de nuestros bebés. Investiga y analiza cuál es la mejor opción para el desarrollo de tu pequeño: meterlo a un centro, estimularlo en casa o buscar la ayuda de algún experto.

Siempre vamos a querer lo mejor para nuestros bebés. Así que propongámonos que no pase un solo día (de esos mil cuatrocientos sesenta) en el que no recurramos, con todo nuestro ánimo e ingenio, a ayudarlos a que se abran a un sinfín de oportunidades que les servirán para el resto de su vida.

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* Laura Castillo Carro, Psicóloga en formación, Mexicanos Primero. Contacto: laurac@mexicanosprimero.org

Si quieres saber más al respecto te cuento mi experiencia:

Para muchas personas, durante nuestros años en la escuela, las matemáticas eran tan terroríficas como el monstruo de nuestras peores pesadillas: sí, ese que siempre estaba debajo de tu cama, esperando para acecharte cuando tus padres no vigilaban y que iba a venir a sorprenderte cuando menos lo esperabas con un 5 de calificación.

Para saber más acerca de la inteligencia lógica matemática de tu bebé, visita este artículo.

Frases como: “Las matemáticas son súper difíciles”, “Nunca he sido buena para calcular”, “Mejor que su papá se las explique”, “Finalmente, ¿para que me van a servir?, si para eso están las computadoras”, etcétera, son frases que delatan a las personas que tienen ese miedo irracional a resolver cualquier problema que implique hacer un cálculo mental con sumas, restas, multiplicaciones, divisiones, ecuaciones o funciones. Este miedo pudo haberse adquirido y fortalecido durante los primeros años de vida en casa y luego en la escuela por diversos factores.

Si quieres conocer 8 juegos para desarrollar la inteligencia lógico- matemática de tu bebé, da clic aquí.

Yo era una de esas personas, era una Pedagoga con fobia a las matemáticas…. hasta que tuve hijos. Ellos me enseñaron a conectar la teoría con la práctica, lo cual me ayudó a establecer ciertos principios para hacer más efectivo mi quehacer como mamá-educadora en este importante tema.

A continuación te comparto algunos de los aprendizajes que me ayudaron a facilitarles a mis hijos (y a mis alumnos) el aprendizaje de las matemáticas:

1. Las matemáticas son como el aprendizaje de la lecto-escritura, es decir, requieren de una alfabetización. Los niños necesitan familiarizarse primero con los números y el cálculo para poder comprenderlos y utilizarlos; así como empezar de lo más fácil a lo más difícil. Enseñale a tu bebé los números desde su primer año de vida, empieza con el 1 y el 2, y luego avanza con otros cuando esté listo.
2. Las matemáticas para los más pequeños incluyen: números, figuras geométricas, colores, cantidades (muchos-pocos), juguetes iguales pero con diferentes tamaños, secuencias, diferentes pesos, cantidades diferentes de líquidos, distancias (lejos-cerca), posiciones (“arriba de”, “debajo de”, “a un lado”).
3. ¡Las matemáticas también son interesantes y divertidas! Aprovecha cualquier situación de la vida cotidiana como el juego, la hora del baño y la comida, la hora de contar el cuento, para practicar con tu hijo estos temas. Cuenten juntos, hazles notar elementos con los que puedan empezar a clasificar, por ejemplo: el color de los objetos, el tamaño, la forma, etcétera.
4. Las matemáticas son fundamentales para el desarrollo intelectual de los niños. Esto es debido a que les ayudan a hacer razonamientos ordenados, a pensar con lógica y a preparar su mente para la abstracción. Es importante que sepas que se someten a las mismas leyes que todos los demás temas de estimulación temprana: “Mientras más pronto, mejor”.

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Ahora mis hijos crecieron (tengo un ingeniero y una pedagoga), pero en mi quehacer diario como profesional he acompañado a muchas mamás a enseñar a sus hijos matemáticas y a cientos de niños pequeños a aprender a contar hasta 10, a medir distancias con crayolas, a calcular la cantidad de bloques que necesitan para construir “la torre más alta del mundo” y en general ¡a disfrutar y no sufrir las matemáticas! Estos principios me ayudaron a lograrlo, espero que a ti también.

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Existen 2 tipos de mamás de acuerdo a su papel durante la estimulación:

• Mamás atropelladoras que no permiten realizar una exploración adecuada: Van contra la corriente, estorban y no permiten la correcta experimentación y aprendizaje de su bebé. Las madres sobreprotectoras caben en esta categoría, si quieres saber más al respecto da clic aquí.
• Mamás respetuosas del ritmo: Reconocen que su bebé se construye a si mismo, construye su pensamiento, su identidad y su personalidad a partir del juego.

Para lograr ser una mamá respetuosa, te recomendamos dar un tiempo de ajuste a tu bebé. Esto significa que le des tiempo a que sus sentidos se adapten a la actividad que le propones, para que después tenga una respuesta y logre disfrutar el juego. Por ejemplo, si le das un juguete didáctico: no esperes que sepa cómo funciona si nunca antes lo había visto. Debes dale tiempo absolutamente libre de exploración antes de mostrarle cómo funciona el juguete. Puede que tu bebé se lo meta a la boca, lo lance o lo jale, en lugar de apretarlo como se supone que tiene que hacerlo. Este tiempo de ajuste y descubrimiento libre, le permitirá un aprendizaje más rico, pues irá creando sus propias hipótesis; es por esto la importancia del juego.

Para lograr ser una mamá respetuosa, te recomendamos dar un tiempo de ajuste a tu bebé. Esto significa que le des tiempo a que sus sentidos se adapten a la actividad que le propones, para que después tenga una respuesta y logre disfrutar el juego.

Para desarrollar su inteligencia, tu bebé tiene que estar expuesto al ensayo y error, y a la prueba de hipótesis dependiendo de su madurez. Si tú eres un retroalimentador que sabe tolerar que tu bebé se equivoque, y que cuida que no se exceda en frustración, entonces facilitas el correcto desarrollo de sus diferentes inteligencias. En caso que no le des tiempo de ajuste y pretendas forzarlo a entender cómo debe manejar el juguete, la actividad puede terminar en llanto y desconcierto del bebé, mientras que es probable que tú acabes frustrada.

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Ten en mente que si vas a favor de la corriente y de los intereses de tu bebé, puedes ofrecer más fácilmente múltiples experiencias para que ensaye su pasión. Una buena orientación va acompañada de la sensación de éxito de tu bebé, y para ti del gratificante placer de acompañar a tu apasionado explorador en su aprendizaje.

1. Entre su nacimiento y los 6 años tuvieron una vivencia que los impactó en el mundo del arte, la ciencia u otra disciplina. No fue necesariamente una clase académica y con rigor de aprendizaje, sino una experiencia placentera. Algunos ejemplos son: ir a eventos culturales que disfrutaban, tener cercanía con un artista que los inspiraba o tener conversaciones interesantes que los motivaban.
2. A partir de los 6 años y en algún momento de su vida, lograron tener acceso a un entrenamiento sistemático y con más rigor. No antes de esa edad, pues es difícil seguir rutinas antes de los 6 años. El entrenamiento pudo haber sido en algún deporte, arte, ciencia u otra disciplina de su agrado.
3. Dedicaban tiempo y esfuerzo a sus actividades. Las personas más talentosas pueden ser o no sobresalientes natos en sus actividades, pero siempre le dedican tiempo y esfuerzo a superarse.
4. La mayoría de las personas talentosas no tuvieron presiones por parte de sus padres. Esto se debe a que en la mayoría de los casos, la presión mata al interés y ocasiona que la motivación del niño esté enfocada en satisfacer los deseos de los padres, más que en satisfacer los de él mismo. Por eso es importante recordar que motivar no es lo mismo que presionar. También es fundamental dejar que tu hijo o hija seleccione la actividad que quiere realizar.

Te invitamos a no intentar presionar a tu bebé para que sea una persona talentosa. En lugar de eso, motívalo dándole experiencias que disfrute y le resulten placenteras. De esta manera, él mismo deseará descubrir y aprender sobre los temas que le gustan.

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 Si sobreestimulamos a nuestro bebé, podemos generar reacciones de desinterés, bloqueo, desorganización, ansiedad y apatía.

Para evitar la sobreestimulación en tu bebé, es muy importante que seas sensible a sus reacciones. Te invitamos a que utilices un diálogo muscular y sensorial. En otras palabras, siempre observa las reacciones de tu bebé y asegúrate que no lo estés forzando a hacer algo que no quiere. Si este es el caso, debes parar e intentar las actividades más tarde o cambiarlas.

Estos procesos son muy sencillos y te pueden ayudar a la correcta administración y vigilancia del estímulo:

• Diálogo muscular: Para “dialogar” muscularmente con tu bebé, debes invitarlo a jugar y esperar una respuesta muscular y afectiva para seguir jugando. Por ejemplo, si intentas ponerlo a gatear y él no se mueve, suspende el juego e inténtalo más tarde. Tal vez te interese leer: Ejercicios para promover el gateo en mi bebé.

• Diálogo sensorial: Para “dialogar” sensorialmente, estimula un sentido de tu bebé y espera una respuesta de su parte. Por ejemplo, para estimular el sentido del tacto, hazle un rico masaje en su espaldita cuando esté acostado boca abajo (Para aprender cómo debes darle el masaje, da clic aquí). Observa como tu bebé se ajusta a la actividad. Si su cuerpo, ojos y actitud te dicen que lo está disfrutando, entonces vuelve a estimularlo. Si es el caso contrario, entonces para e intenta otra actividad en otro momento.

El hecho de que la estimulación temprana es importante para tu bebé no significa que lo tengas que estar estimulando todo el tiempo. Tu bebé necesita tiempo para procesar las cosas que suceden a su alrededor, y para ello no puede estar poniendo atención todo el tiempo en las actividades de estimulación.

Hay distintos objetivos a estimular a mi bebé, pero lo más importante es que responda positivamente a los ejercicios que tú y él van haciendo, y así no caer en la sobreestimulación.

Te recomendamos leer la guía de estimulación temprana.

¡Disfruta de estos ejercicios, sin caer el en exceso!

La estimulación social temprana busca que tu bebé aprenda a desenvolverse de manera positiva en su entorno y a convivir sanamente con las personas que lo rodean.

Esta área abarca la enseñanza de todo lo relacionado a los vínculos afectivos. Busca ayudar a tu bebé a entender que todos necesitamos el amor, el cuidado y el respeto de otras personas. Asimismo, le enseña a ser autosuficiente e independiente, ayudándole a distinguir situaciones donde es importante contar con el apoyo de su grupo social y situaciones en las que puede manejar los problemas por su propia cuenta.

Durante sus primeros años, es normal que tu bebé no sea social y prefiera estar solo, contigo o con tu pareja, a jugar con otro niño de su edad. Sin embargo, poco a poco, busca estimularlo para que sea capaz de relacionarse con adultos y niños. Es importante que conforme vaya creciendo, aprenda a compartir sus objetos con otros niños, que tenga confianza para acercarse a un grupo para jugar, y que pueda compartir sus emociones de manera constructiva y libre con los demás.

También enséñale que hay reglas de conducta diferentes según la ocasión y el lugar donde se encuentren. Asimismo, cuando sea un poco mayor, hazle saber que existen diferentes códigos morales en cada familia y que tiene que respetarlos aunque no coincidan con sus creencias.

Para realizar esta estimulación, busca momentos que favorezcan el escenario en que tu bebé pueda compartir objetos y experiencias con otros niños. Llévalo a fiestas de cumpleaños o siéntalo a jugar con sus primos o amigos. Asimismo, cuando juegues con tu bebé, indícale que después van a recoger el área de juego para que aprenda a respetar las reglas de la casa. Haz que te ayude a recoger algunos juguetes y tú recoge el resto.

Por último, es importante que aprendas a establecer límites (Si quieres saber la base para establecer límites da clic aquí). Define las conductas que no son aceptables, como por ejemplo los berrinches, y no las permitas, ni las premies. Este es uno de los procesos más difíciles para los padres, ya que requiere de mucha consistencia y casi siempre es más fácil dejar que tu hijo o hija haga lo que quiera. Sin embargo, esta también es una de las herramientas sociales más importantes que le puedes enseñar a tus hijos.

Esta área de desarrollo es muy sensible, pero si tu bebé tiene una buena estimulación social temprana, se le facilitará ser una persona autónoma que a la vez comprende la importancia del ser social. Recuerda que enseñarle a respetar las diferencias es esencial para que en un futuro pueda forjar relaciones sociales saludables.

Para aprender más sobre los tipos de estimulación temprana, lee los siguientes artículos:

• Estimulación cognitiva
• Estimulación motriz
• Estimulación del lenguaje
• Estimulación emocional
• Estimulación visual

La estimulación motriz le brindará a tu bebé las herramientas que necesita para que en un futuro logre tener un buen manejo de su cuerpo. Por ejemplo, este tipo de estimulación es la que ayuda a que pueda tocar un instrumento, escribir, caminar, dibujar, bailar, hacer diferentes deportes, entre muchas otras cosas. La coordinación motriz se divide en dos áreas:

• Área motora gruesa: Se relaciona con el equilibrio, la coordinación y la fuerza requerida para realizar actividades diarias. El desarrollo de esta área es importante para que tu bebé pueda caminar, desplazarse, bailar, jugar, hacer ejercicio, entre otros. Los ejercicios que realices deben enfocarse en permitirle la libertad de exploración para que pueda entender cómo funcionan las diferentes partes de su cuerpo. Gatear o correr de un punto a otro son ejercicios para desarrollar esta área de estimulación. Tal vez te interese leer: Ejercicios para estimular el gateo en mi bebé.

• Área motora fina: Tiene que ver con los movimientos precisos, principalmente los que involucran la coordinación entre los ojos y las manos. El desarrollo de esta área es importante para que tu bebé pueda tomar los cubiertos a la hora de comer o para que pueda dibujar con lápices de colores. Juega con tu bebé a hacer figuras con masa o plastilina. Deja que moldee con sus dedos y que sienta la textura. No olvides siempre vigilarlo para evitar que se lleve a la boca algún pedazo del material. Otros juegos como aplaudir y sacar cosas de una caja también favorecen esta área de estimulación. Te recomendamos leer: La importancia de los juegos con plastilina.

Muchas veces, la estimulación motriz se olvida, pues el movimiento es algo que se da por hecho en los bebés y en los niños pequeños. Sin embargo, te recomendamos que le muestres a tu bebé las posibilidades de movimiento que tiene su cuerpo, para que así aprenda a controlar sus músculos según sus necesidades.

¡Hazlo! Es una de las estimulaciones más fáciles, ya que solo tienes que jugar con tu bebé.

Para aprender más sobre los tipos de estimulación temprana, lee los siguientes artículos:

• Estimulación cognitiva
• Estimulación del lenguaje
• Estimulación social
• Estimulación emocional
• Estimulación visual

Antes que nada, debes estar consciente que eres un modelo emocional para tu bebé y que es muy normal que él aprenda a seguir tus patrones. Por ejemplo, si tú demuestras inseguridad al hablar con alguien, es muy probable que tu hijo también se vuelva inseguro. Asimismo, si eres un persona positiva, seguramente tu bebé también desarrollará una actitud positiva.

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Otro factor importante en el desarrollo emocional de un niño es el sentimiento de seguridad y cariño que va adquiriendo desde que estaba en tu vientre. Los bebés que crecen en un ambiente de amor y protección, suelen aprender a manejar sus emociones mejor que aquellos bebés que crecen en abandono o en conflicto. Por lo tanto, también es importante que siempre le demuestres tu amor incondicional a tu bebé y que lo apoyes y le demuestres cariño cada vez que te lo pida.

La estimulación temprana emocional busca que tu bebé reconozca sus emociones, conozca las consecuencias positivas y negativas que estas tienen y aprenda a manejar sus estados de ánimo de un modo saludable y constructivo.

Por ejemplo, es importante que tu bebé aprenda a manejar el enojo, expresándose con sus palabras y evitando la violencia. Otro ejemplo importante es que tu bebé aprenda a manejar la frustración, buscando la fortaleza para sobreponerse a los fracasos en vez de congelarse o de recurrir a actos de violencia.

La estimulación temprana emocional es un actividad compleja, por eso debe hacerse de manera cotidiana y realizarse principalmente a través del ejemplo y del cariño. Siempre explícale a tu bebé como te sientes respecto a su conducta. Dile “¡Estoy muy feliz porque hoy te portaste muy bien!” y también pregúntale constantemente cómo se siente “¿Estás contento por ir a visitar a tus primos?” Del mismo modo, si te enojas, aclárale primero que lo amas incondicionalmente y luego regáñalo de un modo calmado, procurando usar palabras constructivas que le expliquen lo que hizo mal.

No lo debes etiquetar como persona, sino que debes calificar sus acciones. Por ejemplo, no es lo mismo decirle: “eres un niño violento” que “pegarle a tu hermano es un acto de violencia y está mal hacerlo.” También es importante dejar en claro que aunque toda emoción es válida, hay ciertas conductas como los berrinches o la violencia que no son válidos y que tienen consecuencias. Dile frases como “¡No llores!, si quieres que tu hermano te preste ese juguete, pídeselo bien” o “Si le pegas a tu hermano, vas a recibir un castigo porque esa acción no se permite en esta casa.”

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Por último, ayúdalo a adquirir confianza en si mismo con actividades que tengan cierto nivel de reto, pero que pueda conseguir. Por ejemplo, invítalo a armar un rompecabezas de pocas piezas. Enséñale lo bien que se siente lograr las metas, pero también que no debe dejarse llevar por sentimientos negativos cuando no las logre, sino que el fracaso es parte de la vida.

Recuerda que el desarrollo saludable requiere que seas constante en tus ejemplos, mensajes, y comportamientos. No puedes, por ejemplo, permitir un berrinche un día y castigarlo al día siguiente por esa misma acción. Bajo la misma línea, no puedes abrazar a tu bebé cuando se siente inseguro en la noche y dejarlo llorar a la noche siguiente. Esto solo lo confundirá y lo hará sentirse inseguro.

La estimulación temprana emocional puede ser el tipo de estimulación más difícil de enseñar, pero también es la que más impacto tendrá sobre el bienestar de tu hijo. Este tipo de estimulación no se trata de reprimir las emociones de tu bebé para que se porte bien, al contrario, su objetivo es que aprenda a expresarlas correctamente y que a la vez conozca las consecuencias de estas.

Para aprender más sobre los tipos de estimulación temprana, lee los siguientes artículos:

• Estimulación cognitiva
• Estimulación motriz
• Estimulación del lenguaje
• Estimulación social
• Estimulación visual

La estimulación temprana del lenguaje ayudará a tu bebé a adquirir las habilidades de comprensión y expresión.

Esta área abarca además del lenguaje hablado, el lenguaje gestual y los tonos en la comunicación. Por eso, la estimulación temprana del lenguaje se basa en ejercicios del habla, de la vista y del oído de tu bebé. Estos lo ayudan a crear conexiones neuronales que le permiten identificar significados de conceptos, estados de ánimo y señales corporales.

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Un ejercicio simple para estimular el lenguaje de tu bebé es señalarle un objeto y enseñarle su nombre. De esta manera entenderá varias cosas a la vez: por un lado comprenderá que señalar con el dedo, es la instrucción que le das para que preste atención a un objeto específico; siendo esto un ejercicio de lenguaje gestual. Por otro lado, cuando le digas el nombre del objeto, él podrá asociar el sonido que acabas de pronunciar con el objeto señalado, fortaleciendo el lenguaje hablado. Si tu bebé ya puede hablar, un ejercicio de comunicación expresiva que puedes hacer con él es pedirle que describa todos los aspectos del objeto: apariencia, textura, olor, entre otras.

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Para llevar a cabo una buena estimulación temprana del lenguaje, te recomendamos que cuando hables con tu bebé, hables con él como si fuera un adulto, evitando la voz fingida y el uso de palabras erróneas como “el guau guau” o el “cuacua”. De esta manera podrá entender conceptos de manera más fácil y podrá asignar nombres a las cosas que lo rodean. También te recomendamos que desde sus primeros días le leas un libro, apto para su edad, durante 20 minutos cada día. La lectura es una de las mejores herramientas para promover el desarrollo lingüístico. A la larga, todo esto le ayudará a expresar correctamente todas sus ideas y emociones.

Para aprender más sobre los tipos de estimulación temprana, lee los siguientes artículos:

• Estimulación cognitiva
• Estimulación motriz
• Estimulación social
• Estimulación emocional
• Estimulación visual

Tu bebé vive en constante descubrimiento del mundo que lo rodea. Desde el día de su nacimiento empieza a reconocer su medio ambiente, utilizando sus cinco sentidos. Al ver un nuevo color, sentir una nueva textura o probar un nuevo sabor, se van creando nuevas conexiones neuronales dentro de su cerebro. Posteriormente, y conforme va desarrollando cada una de sus distintas capacidades, tu bebé va reconociendo y encontrando relaciones entre las cosas que lo rodean. Finalmente, tu hijo empezará a pensar de modo abstracto (por ejemplo, ya no necesitará sus manos para contar y podrá entender números más altos que el 10). A este proceso de aprendizaje, crecimiento, y razonamiento se le conoce como desarrollo cognitivo.

En su máxima representación, la estimulación cognitiva para bebés busca que los bebés logren tener un pensamiento lógico y crítico, habilidad que tiene repercusiones al lo largo de la vida.

Para lograr desatar este potencial, te recomendamos que promuevas que tu bebé se involucre en nuevas situaciones que fomenten que piense, observe, y haga conexiones. Por ejemplo:

• Con un bebé de 8-10 meses: señala tu nariz y dile: “¡Esta es mi nariz!”, después pregúntale “¿Dónde está tu nariz?” Tu bebé entenderá fácilmente la relación entre tu nariz y su nariz. Ayúdalo a señalar su nariz con su manita. Repite el mismo ejercicio con varias partes del cuerpo.

• Con bebés más grandes: comparte un dato curioso y raro sobre la naturaleza, por ejemplo, “¿sabías que las mariposas saborean su comida con los pies?” Posteriormente, invítalo a que reaccione haciéndole preguntas como “¿tú por dónde saboreas la comida?” o “¿por qué crees que las mariposas son diferentes?” Repite este ejercicio con otros datos curiosos.

Estas son tan solo dos actividades entre miles que puedes hacer con tu bebé. Al ayudarlo a desarrollar su capacidad de raciocinio a través de la estimulación temprana cognitiva, le estarás dando las herramientas para que sea capaz de solucionar problemas utilizando su mente.

Para conocer la importancia de la estimulación temprana cognitiva para bebés, te recomendamos el siguiente artículo.

Para aprender más sobre los tipos de estimulación temprana, lee los siguientes artículos:

• Estimulación motriz
• Estimulación del lenguaje
• Estimulación social
• Estimulación emocional
• Estimulación visual